Expediente N

Registro 3

-¿Podrías hacer eso afuera?- le reclamó mientras sacudía el humo con su mano.

La oficina en ese entonces era un espacio reducido donde apenas podían caber dos personas y sus constantes ansias de su maestro por la nicotina no eran de mucha ayuda.

-Si tanto te molesta, puedes abrir una ventana- Le recrimino Tsuchigomori mientras daba otra exhalada a su pipa soltando una gran nube de humo.

-No me impresiona que no llegarás a los 50, es tu segunda cajetilla este día- recogió sus cosas fijándose en que se aproximaba la ora de la salida.

-Pues cuando eso pase, tendrás que suplantarme.

-¿De qué hablas?

Tsuchigomori metió la mano en el cajón de su escritorio para luego extenderle un gafete con una cinta.

-Esta tarde se debatió tu situación actual, felicidades, ya no serás más un pasante, el lunes empiezas como investigador, yo apele por ti, más te vale no hacerme quedar mal.

Amane sostuvo el gafete entre ambas manos, dejando caer los libros que sostenía, en su rostro se dibujó una sonrisa similar a la de un niño en navidad dejando escapar un sonido infantil sin despegar sus ojos de la tarjeta de sus manos agradeció con una reverencia, salió corriendo de la oficina, mientras su maestro solo oía sus trote por el pasillo y sus gritos de euforia

-Parece aún un niño- bajo la mirada para recoger los libros que dejó tirados- ni siquiera se interesó por saber dónde será la dirección del centro a su cargo, bueno, luego le envió un correo.

***

Shhhhh

Le dijo a Nene mientras se escabullen en los largos pasillos, pegándose lo más posible a las paredes.

Sentía que cualquier ruido que con cualquier que hicieran podrían ser descubiertos, sus pasos, el latido de su corazón, el temblor de sus manos o los sollozos restantes de Nene, todos sus sentidos estaban siendo acelerados y la sirena que retumbaba en todo el laboratorio no era nada conveniente. Él se mantenía por delante avanzando llevándola de la mano, alzando su palma en señal que se detuviera o extendiendo su dedo índice en dirección de donde debían avanzar.

Sabía que los militares rodearon el perímetro, así que opto en un inicio entrar por una de las puertas laterales que estaban en mantenimiento y se encontraba más cerca del área de los dormitorios, si bien el laboratorio era solo de planta baja la extensión de este era de kilómetros ocupando gran mayoría del área de toda la isla en la que se encontraba.

Intentó varias veces contactar a Kou por su celular, pero lo mandaba únicamente a buzón, pensó si la interrupción de las líneas de comunicación era causado por los mismos militares, aumentando sus preocupaciones. Su plan era sencillo, encontrar a Kou y Mokke, advertirles de lo sucedido y que se llevaran con ellos a Nene en alguna de las lanchas que estaban en el puerto, mientras que él buscaría a Mitsuba para luego alcanzarlos.

Estaba esperanzado en que el resto de investigadores pudiesen tomar otras rutas de escape, pero los monstruos siendo tan jóvenes no tenían oportunidad de defenderse o escapar a comparación de un adulto, seguían siendo niños.

Se estaba acercando a una de las bases de control, creia que podria dar un aviso por altavoz, advirtiendo a la gran mayoría del peligro. Pero toda su esperanza se fue al abismo cuando al entrar por las puertas automáticas sólo encontró a los centinelas en el piso cubiertos de sangre.

Amane estaba al punto del colapso, arrodillado, tomando entre sus dedos su cabello, tirándolo en un intento por mantener su cordura, solo oyendo los balbuceos de Nene por intentar calmarlo.

Mierda.

Mierda.

Mierda.

Una mano le tomó por la espalda tapando su boca, y con la otra rodeando su dorso aprisionandoló, no podía ver el rostro de su captor, Nene solo comenzó a golpear con sus diminutas manos al hombre que lo estaba amordazando a un intento fallido por que lo soltara. Fue cuando cayó en cuenta que si lo eliminaria primero la siguiente sería ella, salió de histeria para luchar contra  su agresor, si al menos iba a morir en ese lugar, quería darle el tiempo suficiente para que ella escapara lejos; se retorcía en un intento inútil, no fue hasta que Nene optó por morder la pierna del agresor que lo soltó al mismo tiempo dando un quejido de dolor.

Amane se apartó al instante, empujandolo y tomando a la niña en sus brazos.

-¿Qué cosas son las que le enseña?

Reconoció por esa voz.

-¿Tsuchigomori sensei?

- Dime por favor que tiene todas sus vacunas- se quejó mientras se sentaba sobando la herida.

-¿Qué haces aquí?

-¿Qué más? Vine a salvarte

-¿Qué?

-Te lo explicaré en el camino.

Avanzaron sigilosamente por los pasillos, le seguía el paso a su maestro estando él en la parte delantera, Amane cargo en sus brazos a Nene, para asegurarse que no se quede atrás.

-¿Recuerdas el propósito del proyecto?- le pregunto sin dejar perder el paso

-¿El caso "nuevo pilar"? Sí, crear al nuevo espécimen de la evolución humana para el nuevo impulso en el desarrollo que permita...

-Bien, olvida todo eso- le interrumpió abruptamente- todo eso ha sido una mentira.

Amane lo miró confuso.

-Todos estos propósitos fueron solo un fin para que el proyecto pasara desapercibido, el propósito real era crear el arma perfecta.

-¿Qué?

- Cuándo comenzaron las disputas con el país vecino, el gobierno quiso prevenirse, creando nuevas armas que pudiesen servir en caso que se detonara una guerra¿Recuerdas hace cuánto tiempo empezaron estas disputas?

-Como año y medio.

-¿Y qué edad tienen ellos?

- Año y medio...- su mente se quedó congelada, pero sus piernas seguían moviéndose.

- El proyecto "nuevo pilar" tiene como propósito verdadero crear un arma semejante al ser humano que pudiese ser superior en todos los sentidos, físico y mental. Algo que pudiera ser invencible. Se tenía previsto que una vez estuvieran desarrollados en la etapa de operaciones concretas fueran canalizados a un campo militar.

Se oyeron disparos a lo lejos seguido de gritos.

Tsuchigomori dio una señal para que pararan, sacó la pistola que tenía guardada y comenzaron a caminar de manera lenta acercándose a un cruce entre otro pasillo.

- No entiendo, si esa era la verdadera intención, ¿por qué eliminarlo ahora?

- Se ve que no ves las noticias- le miró con una cara de burla, no entendía como podía mantener esa calma en estas circunstancias- esta mañana se confirmó una tregua entre ambos  mandos, donde renunciaron a todas la amenaza, sin embargo hubo una pequeña condición de por medio.

Amene miró la espalda de su maestro intentando procesar todo lo que le estaban diciendo.

-Si alguno de los países descubre que el otro estaba creando a escondidas  alguna arma que significará una amenaza, esa tregua se rompería- continuó hablando sin mirarle a los ojos- esta misma tarde el congreso ordenó la eliminación del proyecto "nuevo pilar" sin que quede alguna evidencia- volteó para solo mirarlo de reojo- o testigo de ello.