Registro 13

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Ha estado callado todo el camino.

Se dijo así misma mientras seguía viendo por el cristal de la ventana como empezaba a lloviznar de manera ligera y el gran cúmulo de nubes oscuras que comenzaban a acumularse. Aproximándose el invierno le impresionaba que las lluvias aún persistirán, le agradaba la sensación de una lluvia fría porque le hacía disfrutar de los baños calientes en las escamas de su cola y deleitar un chocolate caliente acojinada era de sus mayores gozos.

Regularmente estaría platicando con Amane de sus posibles planes para disfrutar de este clima en su totalidad, sin embargo el silencio que prevalecía le impedía cualquier intento de iniciar ese tipo de conversación.

Y más que sentirlo lejano era como si pudiera contemplar un semblante que reflejaba cierta molestia. Todo el trayecto ambos permanecieron en silencio hasta llegar a casa, bajaron del auto, entraron y cada uno se dirigió a su respectivo cuarto sin cruzar algún diálogo más que los necesarios. Esto representó para la chica una bandera roja, si no tenía ningún ánimo de hablar hasta ese punto era porque estaba verdaderamente molesto con ella.

¿Acaso había hecho algo mal?

¿Que había hecho en esta ocasión?

¿Estaba molesto por hacerlo esperar tanto?

¿O fue porque volvió a destacar una vez más en las actividades de deportes?

¿O quizás porque descubrió que se comió todas las galletas de la despensa? Dios, no era su culpa que el azúcar fuera tan deliciosa.

Temiendo lo peor sabía que la única manera de resolver esto era encararlo directamente y que mejor lugar y ocasión que la cena de esa misma noche, además tenía un punto a su favor, todavía quedaba un par de donas de ayer, sabía que ese era su postre favorito por lo tanto eso podría aminorar sus ánimos de una posible discusión.

Sea cual sea el problema, no estaba dispuesta esconderse, lo encararía de frente, ¡Lo juraba como la monstruo que era!
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"Hola a todos, soy Yashiro Nene, una bella monstruo con una gran adicción por el azúcar,es tanta mi manía...¡Que olvide que comí las donas como desayuno!" Chillaba dentro de su mente mientras luchaba por hacer el menor ruido posible con los palillos comiendo los fideos que tenía delante suyo.

¡Dios! !De nada le servía tener una super inteligencia, si era distraída a escalas inigualables!

Oh, detuvo por un momento su pensamiento,tal vez esa era la razón por la que se mostraba tan reservado, estaba molesto porque se comió el resto de sus donas. Respiró aliviada, solo bastaría comprarle un nuevo paquete e incluso no era necesario que se disculparan directamente.

-¿Cómo estuvo la escuela?- dijo Amane sin despegar sus ojos del plato evitando cualquier rato de contacto visual.

Pensó que la suerte estaba de su lado, que empezara de nuevo a hablarle era un progreso.

-Lo de siempre-contestó- estamos con exámenes, hoy tuvimos el de gramática y álgebra, el resto como siempre.

- Como siempre...-dijo en un tono rozando en lo sarcástico, la chica lo vio un poco desconcertada sin entender el significado de sus palabras.

-Sí, como siempre- sonrió para animar la extraña atmósfera que se estaba creando.

-No sé-dijo el chico terminando el último sorbo de los fideos para hacer de lado el plato- ya llevas un tiempo en esa escuela, esperaría que me contarás algo más, como tú taller de jardinería, tu materia favorita, tus amigos...tu novio.

¿Qué?

En la chica se reflejo un semblante de duda intentando comprender lo que oía, para luego ser cambiado por uno de enojo.

Expediente NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora