Registro perdido

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-Tranquilo, tranquilo, ya paso ¿vez lo que pasa cuando sales a explorar tu solo?

El pelirosado seguía llorando mientras se aferraba a su cuello.

-Escúchame bien, si algún día estas perdido y te necesito encontrar, quédate donde estas ¿vale? Yo siempre llegaré, talvez puedo tardar, pero te encontraré.

El niño calmo un poco su llanto para observar esos ojos bermellón que lo calmaban, finalmente asentó con la cabeza.

- ¡Ahí están! ¡Amane encontró a Mitsuba!

- ¿Dónde estaba?

-Se alejó tanto termino en la orilla del lado Este, lo encontré recostado cerca de las rocas.

"CODIGO DE EMERGENCIA, TODO EL PERSONAL DEBE EVACUAR"

"REPITO, TODO PERSONAL DEBE DE EVACUAR"

Las sirenas sonabas persistentes por todo el laboratorio, mientras todos los investigadores corrían en dirección a la única salida de emergencia, amontándose en las rutas de evacuación.

Kou cargaba en sus brazos a Mokke, mientras sentía como temblaba de miedo; el pasillo de los dormitorios era un completo caos, debido al espacio reducido todos estaban empujándose unos contra otros, al parecer la compuerta principal no podía abrirse, se desconocía si esto era falla de la misma infraestructura u ocasionado por los militares que amaneaban por entrar.

Hace un momento estaba arropando a Mokke e su cuna, después del toque de emergencia, estaba revuelto entre el lio de gente peleando por un lugar para evacuar primero, entre empujones, golpes, todos peleaban por salir primero una vez que las puertas sean abiertas. Kou se aferró aún más al monstruo para que no fuera lastimado entre toda la muchedumbre, solo volteo a ver los dormitorios abandonados y alborotados mientras era empujado por la muchedumbre.

¿M?

Miro de reojo como el niño estaba aun dentro de su dormitorio, viendo temeroso la multitud sin saber qué hacer, solo sollozando mientras intentaba articular en silabas "Pa...pá" e un intento por llamarlo.

- ¡Oye estas retrasando! ¡Muévete mocoso!

La gente comenzó a reclamarle a Kou, quien luchaba contra la corriente de la gente en un intento por regresar a donde estaba Mitsuba, recibiendo quejas y algunos golpes, finalmente se sujetó del marco de la puerta, empujándose haca donde se encontraba.

-Dios, que martirio-bajo la mirada a M quien noto el temor en sus ojos. Solo, frente a los disturbios de la gente y sin su cuidador primario, era obvio que el pequeño mostrara un estado de crisis. Quería pensar en que Amane estaba e otro lado atendiendo otra emergencia y que no se atrevería a abandonarlo a su suerte, ya lo reprendería cuando lo volviera a ver.

Paso a Mokke a su mano izquierda (era una fortuna que el conejo fuese muy liviano) tomo entre brazos a M, quien comenzó a poner resistencia por soltarse de sus brazos.

- ¡Cálmate! - el niño proseguía a retorcerse con una mayor fuerza- ¡M cálmate! ¡Te llevare donde esta Amane! ¡Cálmate por favor! - esas palabras eran las palabras mágicas que necesitaba para que pudiese mantenerse quieto, incluso se enredó entre su cuello, Kou se sintió culpable por esa mentirilla blanca, pero sabía que esa podía ser la única manera de poder calmarlo; bajo el rostro para contemplar al par de infantes que se aferraban con mirada a él.

No sabía lo que estaba pasando, pero, de cualquier forma, de cualquier manera, tenía que sacarlos.

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Expediente NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora