- Últimas palabras antes de entrar a la sala de parto - dijo Rapunzel tomando de la mano a la joven madre.
- ¡Este será el primer y último embarazo de mi vida! - dijo la platinada con lágrimas en los ojos, apretando con fuerza las manos que sostenían.
- Doctora, porfavor déjeme estar al lado de mi prometida - pidió el joven padre.
- Lo siento señor, pero este parto es complicado y necesito a mi personal cerca, además la dama no lo quiere en la sala - el castaño mira indignado a su platina.
- Ay... Es que si te veo... Me vas a dar cólera... Ahhhhhhh duele - chilló mordiendo un trapo que le dio una enfermera, el castaño río por la escena.
- Bueno señores, vamos a comenzar - dijo la Doctora y todos los familiares de la platinada se despidieron de ella.
***
- Así que es primeriza y encima le tocaron mellizos, que suerte tiene señorita - se burló la Doctora.
- Ahh... Ni me lo diga, ¿Va doler mucho, doctora? - preguntó con miedo.
- Dependiendo de cuánto dolor aguante, si le duele mucho me avisa para ponerle la epidural, ¿De acuerdo? - la platinada solo asiente. - Bueno comencemos, puje señorita - pidió la doctora.
La platinada pujaba con fuerza y a la vez gritaba, dolía mucho más de lo que ella se había imaginado, así estuvo durante casi una hora y media, sentía que se iba a desmayar.
- Ya está saliendo, puje otra vez - Elsa harta de la misma frase lo hizo pegando otro grito, pero seguido de ella logró escuchar un pequeño llanto. - ¡Es un niño! ¡Felicidades! - escuchó a la doctora.
- Quiero... Ahhhhh - no pudo terminar de decir su frase, ya que sintió las contracciones otra vez, el segundo bebé pedía nacer.
- No no, luego verá a su bebé, tranquila, ahora tienes que hacer el último esfuerzo para que nazca el segundo - dijo la doctora volviendo a su posición luego de entregar al bebé a la enfermera. - ¡Puja señorita, vamos! - Elsa sentía que odiaría ese frase por un bien tiempo.
Luego de otra media hora, Elsa dio un último grito y escuchó otro llanto, esta vez ya no tenía fuerzas para nada ni para hablar, solo quería descansar.
- ¡Felicidades señorita, es una hermosa niña! - dijo la enfermera que la estaba limpiando, la platinada sonrió, la doctora se había ido a avisar a los familiares el nacimiento de los bebés.
- ¿Puedo... Ver los? - pidió con una sonrisa, la enfermera asiente y le muestra a sus dos bebés envueltos en unas mantas, una celeste y otra amarilla, sonrió de felicidad, pero no pudo más con el cansancio y cayó rendida.
***
Elsa despierta acostada en una camilla en una habitación muy hermosa, empieza a buscar con la mira algo familiar para tranquilizarse, de pronto entra la doctora junto a la enfermera.
- Por fin despierta, ¿Está lista para conocer a sus hijos? - dijo con una sonrisa, la platinada asiente.
La enfermera le entrega a sus dos hijos a la joven madre, y ella con ansias los recibe.
- Gracias - dijo la platinada, la doctora dijo que debe de alimentar los para que estén un poco más activos y se marchó junto a la enfermera para llamar a sus familiares, volvería en unos momentos.
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YO NO ELEGI MI DESTINO (hiccelsa +18)
Ficção Adolescentesere todo menos feliz, la vida nunca me recibió con los brazos abiertos y creo que lo seguira haciendo. mi padre siempre me decia que fui un error y mejor me huvieran abortado, apenas tenia 6 años cuándo nos abandonó a mi mamá y a mi, se fue con o...