YO NO ELEGI MI DESTINO (hiccelsa +18)

¡¡¡MAMÁ!!!

Pasaron unos cuantos años y todo había mejorado para mamá y para mí. mamá estuvo internada un tiempo, todo ese tiempo lo pasé en casa de mi maestra quien aún recuerdo con cariño, Bella era su nombre. Ella me enseñó a leer y a escribir, me encantaba pasar tiempo con ella, pero aún así extrañaba a mi mamá, pues ella estaba operada, aún no sé muy bien que era lo que había pasado, pero sólo me dijeron que le sacarón algo muerto de ella, por culpa de papá. Cuando mamá se recuperó y le dieron de alta, fue difícil por que tuvimos que pagar los gastos de la cirugía pero al ser madre soltera tuvimos ayuda del Estado.

Y así paso estos últimos años viviendo feliz al lado de mamá, mi vida mejoró un poco; Estábamos ahorrando para volver con mis a buenos, todo era perfecto hasta ese día.

- Mamá ya llegue - saludo la platinada.

- Hola hija, ¿qué tal como te fue? - pregunto la castaña haciendo su trabajo de costurera.

- Bien... Un chico se me declaró hoy- dijo la joven comiendo una manzana.

- ¿Quién? ¿Tadashi?- pregunto feliz la castaña.

- Sí... Lo rechasé - dijo sin importancia la platinada.

- ¿Por qué?, El párese ser buen chico - dijo con un poco de curiosidad.

- Si lo vieras, él siempre coquetea con todas las chicas del colegio, es un bueno para nada, lastima a las demás, se parese tanto a mi padre - soltó Elizabeth con tristeza y enojo.

- Elizabeth, tú sabes que él esta tras las rejas, ahora no hay nada que recordar, ahora estamos bien. Ahora yo conseguí el empleo de costurera y ganó bien y tú te debes dedicar a estudiar ya vas a acabar la secundaria amor tienes 14 años mi niña - empezó a soltar pequeñas lágrimas de felicidad.

- Mamá no llores  - soltó una leve risita y abrazo a su madre.

- Lo siento me emocione - dijo Jessica aceptando el abrazo.

- Voy a salir a comprar cartulina para un trabajo, ¿quieres que te compre algo?- pregunto sacando su pequeño monedero.

- Pues... ¡chocolate! - dijo la castaña con deseo.

- Jajaja esta bien, ya vuelvo - la platinada salió de su casa.

Jessica siguió viendo la puerta por dónde salió su hija, estaba orgullosa de su pequeña, ya era toda una señorita. Dejó escapar un suspiro y siguió cosiendo el vestido que le había mandado su jefa. Estaba aburrida y decidió encender la TV, empezó a dar noticieros y en una noticia devastó a la castaña, algunos prisioneros saldrían de precios por buen comportamiento. La reportera empezó a mencionar uno por uno, y un nombre derrumbó la mente de Jessica. "Mike Arendell", ella sabía bien que vendría a buscarlas, sintió tanto miedo y angustia que sufrió un ataque de nervios, voto el vestido que cosía y se quedo atónita, qué le diría a Elizabeth, donde tendrían que ir para que no las encuentre.

En eso Jessica sintió una punzada muy dolorosa en su vientre, la pobre grito de dolor empezó a sobar se el vientre pero sintió otra punzada y otra tras otra. Jessica calló al piso retorciéndose de dolor, lloraba y gritaba hasta un punto que no pudo más quedó inmóvil mirando la puerta abrirse.

- ¡¡¡MAMÁ!!! - Grito la platinada para luego auxiliar a su mamá.

- Eli... za... beth... - fue lo único que dijo la castaña antes de desmayarse.

- ¡¡¡MAMÁ QUÉ SUCEDIÓ, MAMÁ!!! ¡¡¡AYUDA PORFAVOR AYUDA!!! - gritó con desesperación, de pronto tocaron a la puerta, la platinada fue corriendo a ella para abrirla y entonces
entraron sus vecinos a ayudarla por tantos gritos, ellos eran nuevos y eran muy buenos amigos de su mamá.