Llego el día en el que Jessica y Mike tenían que irse, la platinada ya había cumplido el año y podía hablar correctamente. Jessica estaba en su casa alistando sus maletas para irse a vivir a francia, París.
- ¿Mami? - pregunto tímida la platinada.
-¿Quéue pasa Elizabeth?- dijo Jessica dejando de hacer sus cosas para poner atención a su hija.
- ¿Por qué haces esas maletas? Nos vamos de viaje? ¿Vamos donde la tía Arianna?- pregunto la pequeña.
- En primera, tu tia Arianna se fue a Alemania y no, no vamos a ir con ella, en segunda si vamos a viajar... Vamos a Francia con papá... pero nunca volveremos - dijo la castaña aguantando se las lagrimas.
- ¿Qué? Pero, ¿Por qué no vamos a volver? ¿Qué hay de mis abuelos?- pregunto exaltando se la niña.
- Hija... veras papá tiene un trabajo allá y tenemos que mudarnos... los abuelos se van a quedar aquí pero vendremos a visitarlos - intento animar a su bebé.
- ¡¡¡No, no quiero separar me de mis abuelos, yo los quiero mucho... no quiero!!! - lloro y se fue corriendo de la habitación.
- ¡Elizabeth! - le siguió su madre, pero no la encontro, era muy rápida, su madre la busco por todos lados de la casa, pero no la iba a encontrar alli ya que la pequeña se escapo a la pequeña siembra de manzanos y rosales que tenia la casa, donde se encontraban sus abuelos cosechando las famosas manzanas y rosas de los Snow.
- ¡¡¡Abuelos, Abuelos!!!- chillo la platinada corriendo a abrazar a sus abuelos.
- ¿¿Pequeña?? ¿¿Qué ocurre??- pregunto katherine al ver a su nieta con los ojos rojos y sus mejillas mojadas.- ¿¿¿Es verdad que... mamá y yo nos vamos a ir con papá lejos de ustedes???- pregunto con tristeza.
- Copito no llores... es verdad pero no tienes que estar triste... puedes venir a vernos de vez en cuando - animo misael para luego cargarla.
- Tu abuelo tiene razón puedes venir cuando quieras siempre seras bienvenida... mira para que no sientas que te hacemos falta, toma- dijo katherine quitándose del cuello un collar con un dije de un copo de nieve partido por la mitad era muy bonito de plata, se notaba que era fino y caro.
- Me lo dio tu abuelo el día que nos enamoramos - dijo colocándolo en el pequeño cuello de la nena.
- Que bonito gracias... y ¿por qué esta partido?- pregunto mirando su nuevo collar y secándose sus lagrimas.
- Porque le dimos el otro pedaso a tu mamá cuando nació al igual que a tu tía, para que sientan siempre estamos con ellas... tu mamá te quiere mucho y desea lo mejor para ti por eso te llevara a Francia con tu papá porque quieren que tengas una vida mejor - dijo Misael sonriéndole.
- ¿¡Enserio!? - pregunto Elizabeth feliz.
- Tu mamá te quiere y se preocupa por ti... - dijo katherine quedándose callada un momento.
- ¿¡Elizabeth¡? ¿¡Hija, dónde estas!?- se empezó a escuchar los desesperantes sollozos de la castaña.
- ¡¡¡Mami, Mami!!! - la pequeña se soltó de su abuelo y fue corriendo donde su madre.
- Mami te amo mucho, perdón por reaccionar a si - sollozo la platinada abrazando las piernas de su madre.
- Elizabeth - la castaña se agacho para abrazar a su pequeña.
- Perdoname por esto por favor perdoname, pero tenemos que apoyar a tu papá he irnos, sé qué no quieres ir a Francia y mucho menos separarte de tus abuelos, lo sé... te entiendo perfectamente yo tampoco quiero ir per...- fue interrumpida.
- Esta bien mami estoy lista para ir a Francia - dijo la pequeña aferrándose al pecho de la castaña.
- Te vamos a extrañar mucho hija a ti y a Elizabeth - comenzó a llorar katherine.
- Gracias mamá, gracias papá- sonrió la castaña.
El hermoso momento familiar fue interrumpido por el claxon de una limosina que indicaba que era hora de irse, un mayordomo salio de la limosina y entro a la casa para llevar las maletas de Jessica y de Elizabeth dentro del carro.
- Bueno creo que ya es hora... los voy a extrañar mucho - dijo Jessica volviendo a llorar y abalanzandose hacia sus padres.
- Siempre recuerda que te amamos y nunca estarás sola, nos tienes a nosotros y tienes a tu hija, cuida mucho de esta pequeña - dijo Misael aceptando el abrazo de su hija.
- Perdón... perdón por haberles desepcionado - comenzó a llorar sin consuelo.
- No tienes que lamentarte hija, nos diste una gran sorpresa... nos enorgullesiste en el momento que fuiste madre y nos diste una bella nieta- río Katherine.
- Ustedes junto con tu hermana son nuestro gran tesoro - presisó Misael.
- Adiós abuelos, los voy a extrañar mucho- se unió a la conmovedora escena la pequeña Elizabeth.
- nosotros también pequeña copito... nosotros también - indico katherine siendo interrumpida por el claxon de la limosina.
- Bueno como diría mi padre- empezo Misael.
- ¡A perseguir nuestro destino!- dijeron al unisono toda la familia Snow.
- Adiós papá, adiós mamá, los amo... gracias por todo - beso las mejillas de sus padres.
- Adiós abuelos los amo - seguida de la pequeña Elizabeth, los abuelos se limitaron a besar la frente de sus pequeñas tesoros.
- Adiós, las amamos- dijeron al unisono.
Las dos chicas entraron a la limosina y se despedían por las lunas del carro admirando se por última vez, cuando el carro comenzó a arrancar los Snow quedaron devastados, se habían quedado solos ninguna de sus hijas estaban con ellos ni siquiera su nieta... Lo único que les quedaba eran los buenos recuerdos que les quedaba de toda su familia unida, tanta era la tristeza que no se dieron cuanta cuando ya la limosina había desaparecido y quedaron viendo a la nada.
***
La castaña abrazada de su hija exploto en llanto pensando en qué les deparará el destino de ambas en su nuevo comienzó, en una nueva vida en Francia con su esposo Mike.
Ese era mi recuerdo más atesorado, ese y el que aun tengo de mis abuelos junto con mi tia, mi madre y yo todos unidos como una familia normal, una familia feliz; Sin problemas simplemente feliz. No sabia que desde que me separe de mis abuelos comenzaría un infierno para mi madre y para mí...
Continuará...
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YO NO ELEGI MI DESTINO (hiccelsa +18)
Fiksi Remajasere todo menos feliz, la vida nunca me recibió con los brazos abiertos y creo que lo seguira haciendo. mi padre siempre me decia que fui un error y mejor me huvieran abortado, apenas tenia 6 años cuándo nos abandonó a mi mamá y a mi, se fue con o...