"You are my heartworm" [S H A M Y]

Capítulo 30.

Sheldon había estado esperando ansioso el mensaje de Amy, mirando atentamente su celular.

Él estaba en su oficina a duras penas intentando trabajar pero no lo conseguía, estaba ávido. Solo necesitaba la "Batiseñal" de su esposa para salir e ir a buscarla al Laboratorio.

Habían sido unas 7 semanas completamente nuevas para ambos, en ocasiones Sheldon pensaba que iba a perder la paciencia con Amy, pero llegó a la conclusión de que su amor pudo más, pues, la había cuidado e intentado cumplir todos sus deseos por más raros que fuesen.

Ese día Lunes era la primera visita al ginecólogo y después de largas y serias  conversas con muchas referencias a superhéroes él se sentía lo bastante capaz y valiente para asistir con ella.

De pronto, su celular vibró sobre el escritorio y la pantalla se iluminó.

Ya era hora, pensó aliviado.

Tomó su bolso, su cortavientos y salió casi corriendo de ahí.

En el camino se encontró con Wolowitz quien le deseo sinceramente buena suerte, y realmente él lo agradeció.

Llegando al Laboratorio, Sheldon se encontró con Kripke justo en la puerta, ambos chocaron.

—Cooper.

—Kripke, ¿que haces aquí?

Barry miró una caja de chocolates que tenía en su mano derecha y se encogió levemente de hombros.

—Vine a ver a Amy, de nuevo me ayudó con una investigación y quería agradecerle pero no la encontré. —soltó un suave suspiro— Pensé que después de mostrarle mi equipo las cosas no volverían a ser como antes. —una leve sonrisa ladina adornó su rostro.

—¿A que te refieres, Kripke? —inquirió Sheldon seriamente, mientras sujetaba su cortavientos en su bolso.

—Ya sabes. —musitó con suficiencia— Creo que por lo mismo no aceptó salir conmigo, tal vez fue mucho para ella.

Sheldon arrugó el semblante, en este tipo de cosas no era un hombre muy inteligente pero por boca de Wolowitz, cuando alguien se refería a "el equipo" se refería a sus genitales.

—¿Estás diciendo que te exhibiste con Amy? —por alguna razón su voz sonó bastante ronca.

—Pensé que te lo había comentando, Cooper, pero sí. —aceptó algo avergonzado— Cuando la invité luego de la clase de esgrima con ustedes, aproveché de enviarle una foto mía en las duchas pensando que así tendría más suerte pero solo me rechazó.

Sheldon no supo que se apoderó de él en ese momento, o tal vez si lo supo y por eso mismo, le dio un puñetazo en la nariz a Kripke, tirandolo al piso con fuerza.

—¡Sheldon! —exclamó Amy caminando hasta él con rapidez, al parecer venía del baño— ¿¡Qué pasó!?

Barry aún en el piso tenía sus dos manos en la nariz, la sangre brotaba entre ellas y se quejaba.

—Maldición... Cooper, parece que me rompiste la nariz. —espetó con voz cargada de dolor.

Sheldon respiraba con dificultad, aún estaba en silencio.

—Sheldon, ¿por qué lo golpeaste? —preguntó Amy, buscando papel higiénico para pasarle a Kripke.

Barry se levantó con dificultad, abrió su boca para hablar pero Sheldon lo detuvo.

—Te agradecería que no vengas más aquí a no ser que esté yo presente, Kripke, cualquier cosa que tengas para Amy me las entregas a mí y yo se las doy.