"You are my heartworm" [S H A M Y]

Capítulo 29.

Penny propuso abrir un vino para celebrar el embarazo de Amy y se sintió feliz de que alguien más no bebiera junto con ella.

Pasado el rato, ya todos se habían ido y solo estaban Leonard y Sheldon recogiendo las cosas que ocuparon para la cena.

Antes de volver al 4B, Penny con su barriga mucho más grande, se acercó hasta Sheldon mirandolo fijamente con una suave sonrisa en sus labios.

—Lo sabes Moonpie, nunca te salvarás de mis abrazos.

Sheldon viró los ojos pero aún así recibió a su amiga rubia entre sus brazos, dejándose abrazar con fuerza.

—Felicitaciones cariño, estoy feliz por ambos. —le acarició la espalda y le susurró al oído— Lo harás bien. —y se separó. 

Ambas parejas se despidieron en la puerta del 4A.

Una vez de vuelta en el departamento 4B, Amy y Sheldon se sentaron en el sofá para ver una película.

Ella tomó el control del televisor y comenzó a buscar algo que ver, pero de pronto recordó que estaban viendo la franquicia de X-Men y seguro que Sheldon estaría más que contento de seguir en eso.

—Creo que vamos en X-Men: Dark Phoenix, ¿cierto?

Sheldon no respondió y ella se extrañó de eso, por lo general él siempre reaccionaba de inmediato cuando se le hablaba de Ciencia Ficción así que volteó a mirarlo y se sorprendió.

Los ojos de su esposo tenían un brillo diferente, desconocido para ella hasta ese momento, Amy se sintió pequeña y conmovida bajo su mirada azul intensa.

Cuando ella iba a preguntar, él se adelantó:

—Amy, estaba pensando seriamente en que debemos conseguir un departamento más grande o tal vez una casa, yo sé que es complicado elegir un lugar nuevo para habitar, pero aquí tenemos solo una habitación.  —agregó,  tomando la mano de su esposa— Quizás los primeros meses podríamos meter una cuna en nuestra habitación pero después él o ella necesitará su espacio y sus hermanos también tendrán que tener su habitación.

Ella se sonrojo inevitablemente.

—Sheldon, ¿quieres tener más hijos?

—Con uno más estaríamos bien y si son gemelos es ganancia. —espetó con suficiencia— Lo ideal sería comenzar a intentarlo cuando nuestro primer hijo tenga unos 5 o 6 meses y con tus caderas no creo que nos tardemos mucho.

—¡Sheldon!, me estás avergonzando. —susurró, afirmándose del brazo de su esposo.

—¿Qué?, está comprobado por la Ciencia que una mujer con caderas anchas tiene más posibilidades de ser madre y además engendra hijos más inteligentes, entonces debemos sumarle mi ADN el cuál también es grandioso. —asintio—  Nuestra procedencia será un regalo aún más increíble que la Superasimetría.

—Deberíamos llamar a tu madre y avisarle sobre esto.

Sheldon se separó de ella y acercó el bol de pop-corn hasta él.

—En efecto, y también a tus padres, pero ahora veremos una película, así que luego.

Amy sonrió negando con la cabeza, su esposo era peculiar, se acercó a él apoyando su cabeza en su hombro.