"You are my heartworm" [S H A M Y]

Capítulo 1.

Las medallas del Premio Nobel colgaban relucientes, juntas, en la pared a un lado de la cama que ambos compartían.

Sheldon había creado una especie de altar para ellas y las limpiaba casi todos los días.

—Mira lo bellas que son, Amy —comentó sonriente, sus ojos brillaban— Aún no puedo creer que hayamos ganado, aunque sabía que pasaría algún día. 

—Pero las hemos conseguido —agregó metiéndose a la cama— Tan real como que tienes una carpeta de fotos de ellas en tu celular.

Sheldon seguía sonriendo aún muy ensimismado en aquel logro como para poner verdadera atención en las palabras bromistas de su esposa.

Amy tomó su tableta decidida a leer un poco antes de dormir y de pronto pensó: él aún seguía con la ropa del día. Eso era extraño, la mayoría del tiempo él llegaba de Caltech y corría a la ducha.

—Sheldon, ¿por qué aún no vas a la ducha y te pones la pijama?

—Oh, sí, lo olvidaba —salió de su trance— Cuando observo a mis bebés el tiempo avanza exponencialmente —la sonrisa aún reluciente en su rostro— Tenemos una noche de chicos improvisada, iré al 4A, cuando Wolowitz tiene tiempo libre intentamos reunirnos.

—Esta bien, recuerda ser amable con él, por favor. —congenió ella, dedicándole una suave sonrisa.

—¡Amy!, me insultas, mi brillante carisma es lo único que sabe dar: Amabilidad.

Ella arrugó un poco el semblante, pensativa. El celular de Sheldon sonó, parecía un mensaje.

—Esa debe ser la Batiseñal.

Rodeó la cama para no apoyar su rodilla con ropa sucia en las mantas limpias, se inclinó un poco y depositó un casto beso en los labios de su esposa.

Amy quiso molestarlo un poquito, hoy no lo había visto mucho y ahora que esperaba compartir un momento antes de dormir, él tenía noche de chicos.

—Pensé que te gustaba más Flash.

Él entre cerro sus ojos, pensando una respuesta hábil que le hiciera ganar pulcramente aquel desafío.

—Bien, entonces, me necesitan en Laboratorios STAR, adiós.

Amy solo rió mientras negaba con la cabeza y lo veía desaparecer por la puerta de la habitación. Pocos segundos después sintió el 'click' de la puerta del Departamento.

Ella estaba cansada, así que terminaría de leer aquel capítulo y dormiría luego.

Algunas veces lo esperaba pero esta vez no se creía capaz.

Wolowitz dejó de pasearse luego de hablar por celular y se dejó caer en el sofá.

—No estoy en casa y sigo causando problemas, si soy tan desordenado ella debería hacerlo todo, nada de lo que hago le agrada —suspiró algo agotado.