"You are my heartworm" [S H A M Y]

Capítulo 33.

Sheldon había pasado el término de la tarde y el inicio de la noche conversando por vídeo chat con Rajesh, ya que el hindú, era el único que sabía más de cocina que de cualquier otra cosa. 

Sheldon acató sus órdenes y tomó de buena manera sus consejos, anotando todo en una agenda.

Quería hacer una cena, si se pudiese, perfecta. 

Al día siguiente, ninguno de los dos tuvo muchas ganas de levantarse antes y prepararle el desayuno al otro.

Sin problemas se lo hicieron saber y acordaron levantarse juntos y en conjunto, preparar algo para desayunar.

—Aunque creo que hoy solo estaré a gusto con un té. —musitó Amy mientras se sentaba a la mesa y alejaba el plato con las tostadas.

—Entiendo, pero no puedes estar sin alimentarte Amy. —aclaró él con voz apaciguada— ¿Te preparo un omelet?, ¿o Hot Cakes?

Amy tenía todas las intenciones de responderle a Sheldon pero al parecer sus náuseas matutinas no.

Se levantó rápidamente y corrió al baño.

Sheldon se limpió los labios con su servilleta y caminó detrás de ella en dirección al baño.

Se acercó y le tomó el cabello mientras le acariciaba la espalda.

—Leí en un libro que las náuseas solo duran hasta la semana 10... y estás cerca de ella. —soltó un suspiró pesado— Si tan solo pudiese hacer algo para ayudarte, Amy...

Ella se levantó con ayuda de él para lavarse los dientes y la cara. Mientras se secaba con la toalla de baño, negó con la cabeza.

—El que estés a mi lado es más que suficiente, Sheldon, de verdad.

Sheldon asintió mientras la miraba, ella se veía extrañamente descansada pero un poco fatigada tal vez por la fuerza ejercida para vomitar.

Acortó los pasos que quedaban entre ambos y la abrazó.

—Hoy no hagas nada. —agregó— Yo soy la bastante inteligente como para encargarme de todo.

—¿Estás siendo sincero o solo educado?, porque si me dices la verdad, realmente me encantaría volver a la cama.

—Soy sincero, Amy... Ahora vuelve a la cama, ven.

Le tomo la mano y la llevó hasta la cama, le ayudó a recostarse y la cubrió con las sábanas y mantas.

—Estaré en la sala si necesitan algo.

Amy asintió con una leve sonrisa en los labios. Él estuvo a punto de salir por la puerta cuando ella lo llamó.

Sheldon volteó en silencio para mirarla.

—Gracias por todo.

—No es nada.

—¿Estás siendo modesto?

—Un poco.

Amy solo soltó una suave risa mientras negaba y veía a Sheldon salir por la puerta de la habitación hasta la sala.