"You are my heartworm" [S H A M Y]

Capítulo 37

Howard se había puesto a reanimar su vista con todas esas chicas semi desnudas alrededor pero Sheldon, muy por el contrario, estaba lívido y algo enojado con Kripke, intentando evitar a toda costa tener algún tipo de encuentro con una de esas mujeres, que al parecer, tenían una fijación con él, Will y Zack.

Quizás era porque eran los tipos más altos por ahí y la evolución, en lo que respecta a la mujer, buscaba siempre estereotipos de "machos alfa".

Leonard a su lado, intentaba desviar su mirada a su vaso aún lleno y Rajesh, reía de algo con Stuart.  

—¿¡POR QUÉ ESTO ESTÁ TAN ABURRIDO!? —gritó de pronto Barry, con una botella de vino en la mano.

Todos voltearon a verlo.

—Leonard, quiero irme. —susurró Sheldon detrás de él. El físico experimental dio un salto.

—Dios mío, pensé que era una de esas mujeres. —espetó Leonard con una mano en el pecho.

—Sí claro... con voz de hombre, eso si que es terrorífico. —exclamó Sheldon, con la voz más alta ya que Barry le había subido a la música.

—Aguanta un poco más, hazlo por Raj, al menos él se ve felíz.

—Wolowitz se ve contento también. —agregó— Y bueno, esta bien.

El físico teórico aceptó, aún no se podía sacar de la cabeza el abandonar de alguna manera, a sus amigos en Pasadena para comenzar una nueva vida en Glendale. Así que solo por eso, decidió hacerle caso a Leonard y quedarse con él ahí, en una esquina del lugar.

Las mujeres se habían puesto a bailar, y con seguridad el único que lo disfrutaba era Zack, bailando entre ellas.

—¡Vamos a jugar un juego! —habló Barry por el micrófono conectado al parlante— El micrófono ira pasando y todos los presentes irán diciendo cosas que le gustan de las mujeres, o específicamente, de sus mujeres tanto a nivel emocional y físico. . . ¡Y no pongan esas caras, carajo!, es un juego inocente. 

Sheldon viró los ojos, no sabía cómo irse de ese Circo (aunque se decidió por quedarse), estaba a un paso de pedir un Uber.

Zack, quien ya estaba más que ebrio y se encontraba abrazado a una rubia alta, siendo sincero, la más atractiva de todas, tomó el micrófono y espetó:

—Que sean divertidas y rubias.

—Eso está más que claro. —comentó Howard en tono de broma. Leonard le dio una mirada seria.

Y así el micrófono fue pasando de mano en mano, Sheldon se había estado corriendo un puesto más para que dicho pase no llegara nunca a él.

Pero de pronto, estando de vuelta junto a Leonard, la chica que había creado una extraña fijación con él se acercó con el micrófono, al parecer, caminando de manera provocativo hasta él.

—El guapo con la camiseta de Batman aún no da su respuesta. —dijo con una voz suave, arrastrando las palabras— Y yo muero por escucharla.

Sheldon se cruzó de brazos a la altura de su pecho intentando hacer notar su anillo ante los ojos de esa mujer.

Leonard le dio un codazo.

—¿Qué?

—Maldita sea Sheldon, solo toma el micrófono y responde.

—No voy a hablar de mi vida privada frente a todos aquí.

—Inventa algo o esa chica terminará arriba tuyo intentado sacarte una respuesta.