Allison les entregó sus respectivas llaves y se dirigieron cada quien a su cuarto.
Cuando llegaron se dieron cuenta que eran vecinos, uno enfrente del otro.—Millie, este yo...—
Ella abrió rápidamente la habitación de su cuarto, dio un paso adentro de ella y antes de cerrar, volteó a ver al chico cabizbajo que estaba de tras de ella.
—Buenas noches Finn—
Y sin más lo dejo con la palabra en la boca. Se acercó a su puerta con la intención de tocar en ella y así poder hablar sobre lo sucedido. Pero su mente le dijo que no, no era el momento.
Al otro lado estaba Millie observando por la mirilla. ¿Como hablaría con el? Estaba tan apenada, su cabeza era un revoltijo de sentimientos, no era como si antes no se hubieran besado, ¡Por Dios! ¡Llevaban casi 4 años haciéndolo!. Pero siempre que lo hacían ella estaba preparada, apagaba todo dentro de ella y era un simple beso más. Pero aún así a su mente llegaron recuerdos de todos aquellos besos y no pudo evitar sonrojarse.
Ambos chicos no habían podido poner a cargar sus celulares y eso fue lo primero que hicieron.
Sus mentes había divagado tanto que ni siquiera habían revisado la habitación, era simplemente hermosa, todo olía a madera, la cama era grande y suave, la chimenea encendía hacia que el cuarto se iluminara con una luz cálida.
Todo era tan hermosamente romántico que el sentimiento de soledad se clavó más en su corazón. Era tan ideal para compartir con alguien que el estar ahí solos los hacia sentir más miserables.
Sus celulares estaban abarrotados de correos y mensajes de trabajo, pero para Millie ese no era ningún consuelo, hasta la fecha, nadie había preguntado por ella, ni sus "amigas", su familia y ya ni hablemos de su supuesto novio. Al parecer todos estaban bien sin ella o al menos eso demostraban sus Instagrams, vivían la vida espléndidamente sin necesitarla.
Sintió como una sombra negra llegó a cegarla, las lagrimas incontrolables hacían que todo se volviera borroso a su alrededor, la habitación cada vez se volvía más obscura a pesar de las llamas rojizas que provenían de los leños. Ella sabía lo que le pasaba, no era la primera que le sucedía, pero aún que fuera una sensación conocida no estaba feliz de sentirla. La vez pasada le costó una visita a una clínica de "relajación", ¡El loquero mejor dicho!. La depresión y las ideas un poco suicidas que rondaban su mente en aquel entonces comenzaron así, con una inmensa obscuridad devorándola a su paso, ella sabía que si se quedaba un rato más en esa habitación se ahogaría una vez más y no sabía si podría salir a flote esta vez.
Tomo su suéter y salió a toda prisa, no iría a ningún lado, no estaba tan loca para salir al bosque sola, aún que por su mente si cruzó la idea de ir a buscar al asesino para que ya nunca la volvieran a encontrar, pero eso solo era el lado obscuro y sádico de su mente que salía siempre que la tristeza la sobrepasaba.
Ella había salido a la terraza que estaba en el lobby, la vista era hermosa y el aire frío que pegaba contra sus mejillas la hizo despertar, pero aún así no podía calmarse, podía sentir como el rastro húmedo que dejaban sus lágrimas la quemaban por el frío, sentía un escalofrío recorriendo todo su cuerpo haciéndola temblar de miedo por la depresión que la acosaba, sabia que caería en un poso sin salida.
Empezó a temblar aún más, sus dedos estaban muy fríos y sus dientes comenzaban a chocar entre sí.
De un momento a otro sintió un calorcito que envolvía sus hombros junto con un pequeño peso recargado en ellos y su cabeza.
Se dio cuenta que estaba envuelta en un cobija muy calientita y el peso que tenía sobre sus hombres eran unos brazos que la abrazaban muy delicadamente.
Ya sabía quién era, así que solo se limitó en apoyar su cabeza sobre él y disfrutar de esa sensación cálida que inundaba su cuerpo.
La nieve empezó a caer sobre ellos y ella volteo hacia cielo hermosamente estrellado. Era hermoso ver este paisaje, en California nunca podías ver las estrellas y mucho menos nevaba, había olvidado lo mucho que le gustaba ver la nieve caer.—Finn! Esta nevando!—
Dijo alegremente mientras volteaba a verlo, por un momento olvidó todo lo malo que la perturbaba, no sintió más obscuridad.
—Si, es hermoso—
Ella lo vio al rostro y sé dio cuenta que Finn nunca le había quitado los ojos de encima, sus brazos seguían al rededor de ella proporcionándole una sensación de calidez que jamás había sentido. Sus miradas se conectaron y vio que nada era más brillante que la mirada de Finn le regalaba solo a ella.
El acercó su mano a su mejilla, llevándose todo el rastro que las lágrimas habían dejado a su paso.
En una acción espontánea cerró sus ojos y se frotó contra su mano, era suave y cálida.
Sintió como su otra mano se posaba sobre su mejilla restante. Abrió levemente sus ojos y vio como el rostro de Finn se acercaba lentamente a ella, pero esta vez no huiría.~•~•~•~ Ya llegue! Lo siento chicas la verdad no pensé que llegáramos a la meta taaan rápido! Muchas Gracias, espero que la sigan leyendo. Voten y comenten, habrá cambios en la novela
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Secretos |~| Fillie
Hayran KurguMillie ya no es la niña buena de la que todo el mundo se enamoró y sus errores hacen que pierda sus amistades. Cuando ella está al borde de perder su carrera y tiene una sola oportunidad de arreglar todo, la única ayuda que recibe es de quien menos...