Especial cumpleaños de Genya

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Como dice el título, este solo es un especial XD. No podría darle algún tiempo exacto dónde transcurre esto, pero tal vez sea durante esos primeros 3 meses donde hacen misiones juntos. (Para darle más lógica al comportamiento de ambos) Bueno, no lxs atraso más. ¡Disfruten!

- Oiga Shinazugawa, pronto amanecerá. - Dije mientras que caminaba junto a él por uno de los tantos sombríos bosques que habían. Nos asignaron la misión de eliminar todos los demonios que se encontraban en este.

Naturalmente cuando intentaba hablar con el, volteaba su cabeza y se ponía rojo, o una de dos. Rara vez contestaba.

- Es nuestra primera noche y ya hemos asesino a unos cuantos. - Dije guardando mi katana en su estuche. - Será mejor instalar un campamento, dormir por la mañana y volver a empezar en la noche.

Tampoco me contestó. Un rato después, construimos una fogata y nos sentamos alrededor de ella. - ¿Cuando es tu cumpleaños? - Hice una pregunta al azar para matar el tiempo.

- 7 de enero. - Contestó frotando sus manos arriba de la fogata. - Oh, que bien... - Le sonreí por su respuesta.

- ¡¿7 de enero?! ¡¡Es mañana!! - Exclamé por la reciente noticia.

- ¿Vas a trabajar incluso mañana? ¡No tengo nada para regalarte! - Puse las manos en mi cabeza sujetando mi cabello, mientras pensaba algún regalo de cumpleaños para mi compañero.

- No es necesario que me dez un regalo. - Dijo volteando su cabeza, como siempre.

- ¡No seas tonto! Todos merecen un regalo de cumpleaños. - Dije cruzada de brazos.

Continúe pensando mientras que el empezó a apagar la fogata poco a poco. Cuando la fogata por fin había desaparecido me dió una señal para que me durmiera.

- Te daré un regalo. - Me acomode para intentar dormir lo más cómodamente en el suelo. - Descansa. - Dije mientras que me daba la vuelta para por fin dormir.

Al abrir mis ojos note como ya eran tal vez las 4 o 5 PM, estaba soleado. Me levanté acomodando mi falda y el resto de mi uniforme. Genya parecía haber estado despierto desde hace algún tiempo. - ¡Feliz cumpleaños! - Dije felizmente alzando mis brazos.

- Tenemos tiempo hasta que el sol caiga. Sígueme. - Dije divertida, mirándolo con una sonrisa.

- Ya te dije que no es necesario un regalo...

- ¡No digas eso! Realmente no es el mejor regalo que tendrás en tu vida, pero por lo menos es uno.

Mientras que le insistía, intenté tomar su mano pero el antes de ese contacto, se digno a seguirme con la condición de que no lo toque. Parece que no le gusta el contacto físico.

- ¿A dónde estamos llendo? - Preguntó caminando detrás mío. - Ya lo sabrás. - Dije entre risas. Unos minutos después de seguir caminando, ya habíamos llegado al destino que tenía planeado.

- ¡Tarán! - Señale con mis 2 manos ese gran campo de flores que había junto a un lago, no parecía ser muy profundo. - ¡Mira! ¿Es hermoso verdad?

Por un lado el azabache miro sorprendido lo que tenía enfrente de sus ojos. - ¡Feliz cumpleaños! Espero que te haya gustado.

- Gracias... - Había una pequeña sonrisa en su rostro, parece que el gesto le gustó. Me alegro.

- ¡Ven! - Empecé a correr en dirección a todas esas flores. Salte sobre ella y caí al suelo siendo amortiguada por ellas. - ¡Hahaha! - Yo reía felizmente, el chico también se había acercado. Había arrancado una flor.

- ¿Porque sabías que este lugar estaba por aquí? - Me preguntó observando la flor que había tomado, era un lindo tulipán amarillo.

- Lo vi desde lejos cuando veníamos, parece que no lo habías notado. ¿Verdad? - Dije alzando mi cabeza apoyando mis manos para sentarme.

El seguía arrodillado con la misma flor de antes. - De todas formas me alegra que hayas aceptado venir, Genya. - Dije sonriente también agarrando una de las tantas flores. Quería hacer una corona de flores, recuerdo haber hecho algunas con Hayami.

Se me quedó mirando. - ¡Lo siento! - Lo había llamado por su nombre sin darme cuenta. - ¡Lo siento mucho Shinazugawa! - Avergonzada, me disculpé con el, seguía mirándome.

- No, está bien. Llámame Genya. - Dijo para continuar mirando aquella flor.

- ¿Eh? - Me había sorprendido su reacción, pensé que volvería a ignorarme como una de las tantas veces anteriores. - Si no te incómoda, puedes llamarme por mi nombre. - No podía ver su rostro, pero sabía que estaba feliz. Eso me hacía feliz.

- ¡Hahaha! Está bien, Genya. - Dije alegre para levantarme y acercarme al muchacho. - Me alegra que podamos ser amigos. ¡Toma! - Coloqué el intento de corona que había hecho en su cabeza. - Escuche que los tulipanes representan al amor puro, incondicional y sincero. - Sonreí, observando el tulipán que tenía entre sus manos.

El chico tenía su cara completamente roja. No había dicho una sola palabra, parecía que estaría por explotar o algo así. - ¡¡A-Además que son amarillas y de muchos otros colores!! ¡Si! De muchos colores... - También me había sorprendido y ruborizado levemente, dicen que las emociones son contagiosas. ¿Había parecido una indirecta? Que estupidez, debo pensar dos veces antes de hablar.

Tras ese extraño intento de salvar la comodidad de la conversación, me aleje para darle espacio al muchacho. El por fin había vuelto a la "normalidad" o por lo menos eso creía. No se había quitado la corona de flores.

Yo me había acercado a aquel lago, observé ví reflejó. - El agua está muy limpia. - Empecé a sacarme mis botas, quedándome dezcalsa. Una vez mis pies en el agua, empecé a caminar para adentrarme. El agua ahora me llegaba a las rodillas. - ¡Genya!

El me miró para luego observar mis botas, que estaban tiradas a una esquina.

- ¡Ven, no es tan profundo! - se había acercado un poco, no se había sacado los zapatos, sus pies no tocaban el agua.

- ¿No te gusta el agua? - Pregunté para caminar hasta la orilla.

- Quedan 2 horas para que el sol caiga. - El asintió con la cabeza.

- ¡Te prometo que te daré un regalo de cumpleaños adecuado! Un paste y un regalo. - Asentía con la cabeza con cada idea que me daba a mi misma.

- No seas tonta, con la compañía de alguien es más que suficiente. - Dijo con su misma cara de siempre, aunque... Esas palabras, eran deprimentes. Nunca me comentó sobre su familia o algo parecido, ¿Porque?... Es triste, la soledad me entristece.

- ¡Yo puedo ser tu compañía! - Dije sin pensarlo, ¿Porque tenía que ser así? De todas formas, esas palabras ya habían salido de mi boca. No podía detener el tiempo.

El no me contestó, pero una sonrisa era clara en su rostro. Una sonrisa honesta e inocente, emanaba un aura ligero y dulce.

Lo mire sorprendida, un leve rubor invadió mis mejillas. Que extraño, aunque me sonreía pocas veces. Esta vez, se sintió raro. Solo le devolví la sonrisa.

Desde ese entonces, empezó a sonreírme más seguido... Me emocionaba cuando lo hacía. Ahora, éramos amigos... Buenos amigos

¡En Argentina ya es 7! Dejare esto por aquí y nos veremos en uno de estos dias... <3

Cuando te vea otra vez | Genya ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora