Cuando te vea otra vez | Genya Shinazugawa

23 - Inestable.

- Estaba pensando. - Estire mi pierna en el tubo. No tenía puesta mis mallas, llevaba puesto mi uniforme corriente.

Los entrenamientos eran muy costosos para los demás, apenas habían pasado 3 días y no se dejaban de quejar.

- ¿En qué? - Me respondió mi maestra, que hacía mismo. Estábamos estirando para luego entrenar de verdad.

- ¿Cuáles son las posibilidades de poder crear mi propia postura? - Pregunté algo insegura. Mitsuri se me quedó viendo, reacciono unos segundos después.

- ¡Oh! Bueno, deberías practicar. ¡Estoy segura de que podrás lograrlo! - Sonrió. - ¿Porque está pregunta tan repentina?

- Quiero hacerlo, no tengo una respuesta en concreto honestamente. - Le conteste bajando mi pierna del tubo y subí la otra.

- ¡Ya veo! No deberá ser difícil para ti, debes crear movimientos y el estilo para manifestar la respiración como sea adecuada. - Me indico. Me agradaba que sea alguien tan amable y paciente, una buena maestra.

Practicamos los movimientos de las posturas nuevamente, también hicimos algunas otras acrobacias.

Paso una hora, decidimos practicar con las katanas de madera antes de que los demás comenzarán a despertar. Cada una en una punta del dojo, contó hasta 3 y empezó el duelo.

Mitsuri de acercó a mi en segundos e intento sacarme la katana, algo que yo no permití saltando del otro lado. - Noto tus mejoras cada vez más. - Me acerque hacía ella con una acrobacia y golpee su katana, a lo que ella se defendió sin muchos problemas.

- Usar estás katanas aún es fácil. - Dije mientras retrocedí de un salto. - Sería un problema si no lo fuera. - Respondió con una sonrisa mientras volvía a acercarse. Aunque no tenía su típica katana flexible, sus movimientos eran tan rápidos que hasta eran parecidos.

Clave mi pie al piso mientras que el otro quedó atrás y comencé a defenderme con movimientos a una velocidad similar para no perder el ritmo, sin mover mis pies.

Cuando la pilar termino de dar sus giros a mi alrededor mientras me atacaba, salto por lo alto terminando perfectamente de pie. - No deberías consentirme tanto, Mitsuri. - Sonreí despreocupada. - ¡No te estoy consintiendo! ¿Aún crees que eres débil? Además, esto es entrenamiento. - Me reprochó ante mi pedido.

- Como digas. - Tras eso, levanté ese pie que había apoyado firmemente y me dirigí hacia mi contrincante en unos segundos.

Volví a atacarla de distintos ángulos, a lo que ella se defendió nuevamente. Estuvimos así hasta un rato largo.

En un momento dónde Mitsuri de encontraba de cabeza con una de sus manos tomando el peso de todo su cuerpo, aproveché para golpearla y arrebatarle el equilibrio, a lo que ella agarró katana con una de sus piernas.

Con su katana intento golpearme a mi también, salte a lo que la pilar aprovecho a apretar con más fuerza la katana que me pertenecía y me la quito de las manos.

Un poco agitada le sonreí, ella soltó la katana de su pierna y se puso de pie.

- Debes pensar mejor lo que harás, podría costarte la vida si no lo haces. ¡Pero no te dejes decaer, tus reflejos han mejorado mucho! - Me aconsejo. A lo que yo, cansada y agitada, suspiré.

- Tienes razón, por eso escribo un nuevo testamento cada mes. - Me reí de mi propia broma, algo había de cierto en eso. - Mis manos están sudorosas. - Observé las palmas de mis manos, algo raspadas y sudadas, como había dicho.

- También quería preguntarte otra cosa. - Deje la katana a un lado, al igual que Mitsuri. - ¿Sucede algo, _______? - Salimos al pasillo, mientras caminaba a su lado conteste la pregunta. - Quiero activar mi marca. - Pregunto en voz baja, como si fuera que alguien nos escucharía. Desde que la pilar me había compartido la información no dejaba de pensar en eso.