Cuando te vea otra vez | Genya Shinazugawa

15 - Cielo nocturno.

Caminaba junto a Inosuke, Zenitsu y Genya en dirección a la finca de Uzui. Era la primera dirección para los entrenamientos de pilares.

- Chicos... Paremos aquí. - La voz del rubio sonó con un tono cansado.

Habíamos salido todos juntos de la finca mariposa, tampoco esperaba que estuviera tan lejos. Sin tomar en cuenta que íbamos caminando.

- Está anocheciendo. Podemos continuar caminando y llegar, tal vez, en la madrugada o parar por algún lugar y llegar mañana. - El azabache hablo, intentando dar una solución.

- Paremos aquí y durmamos un poco. Las bolsas que nos dió Shinobu son pesadas. - Dije soltando una de esas 2 bolsas que llevaba en mi espalda.

- ¡Todos ustedes son unos deviluchos! - Dijo mientras reía el jabalí.

- De seguro también te duele la espalda y brazos, caminamos todo el día. - Le quitamos las bolsas de las manos, que se negaba a dejar.

Estábamos en medio del campo, tan solo nos recostamos en el pasto. Había un tronco hueco, apoyamos las bolsas ahí y sacamos pescado frito, que también nos dió Shinobu.

Estaba frío pero sabía bien. El cansancio termino por ganarle a Inosuke, se recostó en el pasto y se durmió. Le dimos nuestros haoris para que se tape y utilice como almohada.

- ¿Que hay en las bolsas? - Preguntó Zenitsu, mirandolas con curiosidad. - Si Tanjiro estubiera aquí, nos diría que es con su buen olfato.

- Creo que son medicinas y cosas por el estilo. - Conteste, también observando las bolsas.

- ¿Porque nos darían 12 bolsas enormes con puras medicinas solo para el entrenamiento de Uzui? - Ya había sospechado que el entrenamiento de los pilares sería duro. En especial el del pilar del viento, sabiendo lo que dará en ese. Ahora era de lo que menos debía preocuparme.

- Mejor vamos a dormir. - Dije acomodando la falda de mi uniforme.

- Está bien. Tengo mucho sueño. - El rubio estiró sus brazos mientras lo decía. - Buenas noches. - Se acomodo al lado de Inosuke, quitándole el haori.

- También voy a dormir un poco... - Me recosté al lado de inosuke, con un poco de distancia, pero con la suficiente cercanía para tomar un lado del haori y taparme un poco con el.

- ¿No dormirás? - Le pregunté a Genya, no se había movido. - Ustedes duerman, yo lo haré más tarde.

- Espero que no sea una mentira. - Lo mire sería. - No lo es. - Rei tiernamente en voz baja.

Me di la vuelta, cerrando los ojos. Sin darme cuenta me había dormido.

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Quiero dormir... Odio despertarme en medio de la noche. Me senté en el pasto, con los ojos entreabiertos.

Mire a los lados. Zenitsu e Inosuke seguían dormidos.

- ¿Genya? - Estaba sentado, tal como antes de que me durmiera. - ¿ _____ ? - Nos miramos sorprendidos.

- ¿Por qué no estás dormido? - No separamos nuestros ojos del otro. - ¿Por qué tu no estás dormida? - Parece que de verdad no había dormido.

- Lo estaba. - Conteste, poniendo un mechon de pelo detrás de mi oreja.

- Vuelve a dormir, ya es tarde. - Estaba apoyado en ese tronco hueco dónde también estaban las bolsas.

Me levanté. - También deberías dormir. - Camine y me senté a su lado. Estaba abrazando mis piernas, había apoyado mi cabeza en mis rodillas.

- Si no duermes, mañana estarás cansado. - El tenía sus piernas estiradas, su espalda apoyada en ese tronco y sus brazos a los lados.