Especial UA moderno [1/3]

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Soy una alumna de segundo año de preparatoria, estudio en la academia kimetsu. Estoy en el club de artesanías.

Vivo con mi madre adoptiva y mis hermanos. Recuerdo que poco tiempo después de que nos adoptarán, hicieron un artículo en el periódico local sobre eso. "Una mujer adopta a 10 niños huérfanos", siempre que lo recuerdo me da risa. Tiendas, vecinos y personas que no conocíamos nos dieron cosas durante semanas. Una fábrica de bebidas nos dió cajas de jugo. Creo que de ahí desarrolle ese gusto excesivo a la limonada. Nos dieron mucha limonada...

Caminaba tranquilamente por los pasillos de la academia cuando me encontré a Zenitsu.

- ¡Buenos días! - Recientemente me había unido al grupo kamaboko. Simpatizaba más con zenitsu, ya que teníamos el mismo humor.

- _____-chan, buenos días. - Empezó a caminar junto a mi. - Tanjiro está intentando que el chico que ganó el primer lugar en ese concurso de arquería se una al grupo. - Menciono el rubio.

- ¿¡Shinazugawa-san?! - Saque mi celular rápidamente para enseñarle una foto. - ¿¡Porque tienes fotos de ese tipo?! - Grito sacándome el celular de las manos. - ¡¡Solo las saque para comparar!! ¿No crees que se parece a el? - Mis ojos brillaban de la emoción, hice a un lado la foto del azabache para dejar a la vista la foto de un personaje de anime.

- Olvidé que eras Otaku.. ¡¿PERO ESO NO JUSTIFICA QUE TENGAS FOTOS DE UN DESCONOCIDO!! - Empezó a balbucear y gritar, reprochandome. - ¡¡TU ERES EL MENOS INDICADO PARA DECIRME ESO!! ¡TIENES CIENTOS DE FOTOS DE NEZUKO!

- Además, ya he hablado con el. ¡Somos amigos! - Me cruce de brazos enfadada.

No estaba mintiendo, íbamos juntos a las clases de apoyo para mejorar nuestras notas en matemáticas.

Empezamos a pelear, hasta que sentí la presencia de alguien detrás nuestro.. Era el menos indicado, Tomioka-sensei.

Con mi cabello desordenado por la pelea, saludé tímidamente al profesor. - B-Buenos días... - Lo mire cabizbaja, tenía su característica espada de madera en sus manos. No podría salvarme de esta... - ¡DÍAS BUENOS! - Sabía que Zenitsu le daba terror estar cerca de tomioka por sus muchos encuentros conflictivos ya que "el color de su cabello no es natural". Para evitar reírme tape mi boca con mis manos, aunque mi cara decía más que mil palabras. Zenitsu estaba en blanco.

El nos miró confundido e incómodo por supongo el estúpido nerviosismo del rubio y mi extraña timidez que se convirtió en risas internas.

- ¡Lo siento mucho, Tomioka-sensei! ¡Tome un daikon de salmón! - Saque de mi mochila un pequeño estuche donde se encontraba. Hice una reverencia y me lleve a Zenitsu a paso rápido, el profesor se quedó observando el estuche.

Todos en la escuela sabían que la debilidad y comida favorita del profesor de educación física era el daikon de salmón.

Cuando llegamos al final del pasillo, empezamos a correr para alejarnos lo más rápido posible. - Eso estuvo cerca. ¿Porque tenías un daikon de salmón en tu mochila? De todas formas fue clave para poder escapar. - Suspiro zenitsu quién había recobrado su conciencia.

- Era... Era mi almuerzo. - Dije mirando al suelo desanimada, había sacrificado mi amada comida para poder escapar y ayudar a mi amigo.

Zenitsu me dió sus condolencias con unas palmaditas en la espalda.

Y así llegamos al salón, habían algunos compañeros de clase, entre ellos Tanjiro e inosuke.

- ¡Buenos días! - Dije alegremente para sentarme en mi lugar.

El día continúo con tranquilidad, hasta la hora del almuerzo. - Oh.. Había olvidado que le di mi almuerzo a Tomioka-sensei. - apoye mis codos en la mesa. - Compraré algo para comer, ya vuelvo. - Les dije a los chicos, Tanjiro me asintió con una sonrisa.

Camine por la puerta de la sala y camine por los pasillos, por lo menos iba a comprarme unas papitas o una bebida, con bebida me refiero a una buena, genial, hermosa y dulce limonada.

Llegué a las máquinas dispensadoras del edificio, habían muchas quejas sobre estás. Ya que tan solo se tragaban tu dinero y no te daban lo que habías pedido, típico.

¿Iba a tomar el riesgo de malgastar mi dinero? Si, obviamente.

Ya frente de la máquina le entregué mi dinero esperanzada. - Vamos, vamos... - Entre cerré mis ojos y no paso absolutamente nada. - Que... ¡¡Estás máquinas están arregladas!! !¡Devuélveme mi dinero!! - Golpeaba la máquina reclamando por mi dinero, bueno era probable que pasara eso. En parte es mi culpa por tener esperanzas de alguna manera.

- Era mi último dinero... - Empecé a caminar al salón para contarle la triste y desgarradora historia a mis amigos, a veces me gusta exagerar un poco... O mucho.

Cuando llegué al salón me di cuenta de que no solo estaban los 3 chicos, estaban las chicas mariposa, Aoi y kanao con su almuerzo sentada junto a los chicos. También se encontraba Genya, el solo comía en silencio.

Habían unido las mesas, por lo tanto mi lugar se había perdido. Agarré una silla y la puse entre los lugares de Zenitsu y Genya.

Ellos conversaban tranquilamente, era un ambiente agradable. - ¿No tienes almuerzo? - Me pregunto la chica de los broches de mariposa azules. - Se lo di a tomioka-sensei, fui a comprar algo de comer en las máquinas expendedoras, pero se trago mi dinero. - Dije avergonzada.

Apoye los codos en la mesa y hundí mi cabeza, cerrando los ojos. - Oye. - Note como el bello chico de pelo negro con puntas azules golpeaba mi cabeza con su mano.

Levanté la cabeza. Observé como Aoi e Inosuke me ofrecían un poco de comida, la mariposa me había dado un pequeño plato de plástico para poner las porciones de comida. - ¡Tómalo ahora o el gran inosuke-sama se lo comerá! - Fanfarroneo haciendo que la comida choque con mi mejilla, tras eso Aoi lo regaño y puso la comida en el plato.

- No sé si te gusta pero.. - Decía la chica con una pequeña pero agradable sonrisa en su rostro. - ¡Es más que suficiente! - Dije felizmente.

Tanjiro, Zenitsu y Kanao no tardaron en también ofrecerme un poco de comida. Yo negaba incontables veces, pero insistían cada vez más.

- ¡De verdad no sé cómo agradecerlo! - Agache mi cabeza para agradecerles con las mejillas rojas de la vergüenza.

Cuando levanté mi cabeza note que había algo más en ese plato con un pequeño montón de comida, era una bola de arroz. - ¿Ah? - Lo mire confundida. Gire mi cabeza, el dueño de esa comida era Genya. - ¡Shinazugawa, no es necesario! - Dije agarrando la bola de arroz para ponerla entregársela.

Parecía un tanto nervioso, no era raro en lo absoluto. Cuando intentaba hablar con el en las clases de apoyo se ponía rojo. ¿Cosas de la pubertad?

Aunque está vez fue distinto, el me sonrió tímidamente. Solo podía pensar que era un ángel, un ángel reencarnado.

- Shinazugawa.. - Lo mire una vez más, era lindo en esta perspectiva. - Dime Genya. - Dijo nerviosamente. - ¡Está bien! - Le sonreí tiernamente.

Continuamos así hasta que el día termino, nunca antes había tenido un grupo de amigos tan grande...

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Secretos y rumores de la academia: Luego de eso, ______ les hizo brazaletes a todos. Ese mismo día, Inosuke le pidió que le hiciera otro que diga específicamente "EL REY DE LA MONTAÑA".

Cuando te vea otra vez | Genya ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora