Cuando te vea otra vez | Genya Shinazugawa

36 - Más tiempo.

Hola, antes que nada quiero pedir disculpas ya que he borrado parte del último párrafo del anterior capítulo. Este fue un completo error mío ya que si no lo hacía quedaría un hueco extraño XD. ¡Lo lamento y espero que disfruten el capítulo!

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- ________... - Suspiro después de separarnos de ese beso, sonreí mientras miraba la expresión feliz en su rostro. - Hola... - Extrañamente me saludo como si apenas nos viéramos, simplemente continuaba mirándolo contenta. Realmente estaba feliz, demasiado feliz.

- Si, hola... - Conteste. Su mano continuaba tomando la mía, aunque realmente no hacía más que sostenerla. - ¿Quieres volver a casa? A la finca de Himejima... ¡P-Pero si quieres que nos quedemos podemos hacerlo! - Supongo que este era su hogar, al menos parecía tomarlo como uno, vivió aquí durante bastante tiempo entrenando para la selección final y Himejima no fue solo su maestro, sino una figura paterna.

Se había puesto un poco nervioso otra vez, era más que obvio por su forma de hablar y su lenguaje corporal. - Contigo estoy bien, estemos aquí por un más... - Moví su mano sobre la mía, acariciándola lenta y suavemente con mi dedo meñique.

- ¿Puedo pedirte algo? - Aún seguíamos sentados frente al otro, no tenía intenciones de moverme hasta poder conseguir lo que estaba por pedirle. - Si, lo que quieras. - Respondió algo confundido mientras miraba nuestras manos entrelazadas, no disimulaba para nada sus sentimientos, sus ojos bien abiertos de lo aún sorprendido que estaba eran totalmente evidentes. - ¿Puedo besarte otra vez? - Si, creo que era extraño pedir su consentimiento para eso, pero aún estaba un poco nerviosa. - ¿Qué?

- ¡Ya sabes, un beso en los labios! Lo que las parejas. - Ahora éramos pareja, novios, supongo. Comencé a acercarme otra vez, no se estaba resistiendo de alguna manera así que cerré los ojos sin darme cuenta de que estaba demasiado ruborizado como para reaccionar ante mi acercamiento. Creo que me estaba acostumbrado a besar, aunque no es como si le hubiera metido la lengua en la garganta...

- Las parejas... - Dijo justo antes de que lo besara otra vez, su aliento olía a comida, no era algo que necesariamente me molestará ya que el mío probablemente también debía sentirse así. - Ya. - Entonces me volví a separar, al ver su cara reí en voz baja y tapé mi boca con mi mano.

- Debería comenzar a acostumbrarme a esto... - Susurro para si mismo con la cabeza baja, al escucharlo no pude contener más mi risa y simplemente la dejé salir aunque tuviera mi mano intentando taparla. - ¡¡Lo siento!! - Mis carcajadas no duraron mucho ya que me levanté sin soltar su mano, causando que ambos brazos queden extendidos para arriba y abajo. - ¿Quieres irte ahora? - ¿Podríamos irnos tomados de la mano? Eso sería romántico, muy romántico. Me agrada la idea de que sea romántico.

Realmente estaba tomando las riendas en este momento para que la situación sea más fluida... ¡Tanjiro tenía razón! No es el momento de ser tímida, Genya toma muy bien ese papel.

Poco a poco comenzaba a perder la vergüenza mientras se levantaba y se acomodaba la ropa y cabello con su mano libre hasta que quedamos uno frente al otro con las manos unidas. - Si, vamos. - Sin soltarnos la mano había comenzado a caminar en dirección a la residencia de Himejima, él me detuvo apretando mi mano sin moverse de su lugar. - Oye. - Me volteé para verlo un poco confundida, sacudí la cabeza arriba a abajo lentamente indicando que hablará.

- Ejem... También quiero darte algo. - Inhaló y exhaló una vez con los ojos cerrados y una mano en su pecho, me parecía tierno como se estaba preparando. - ¿Si? - Continuaba tranquila frente a él, esperando pacientemente a que dijera lo que estaba pensando. - Toma. - Entonces agachó su cabeza depositando un pequeño beso en mi frente, al tenerlo tan cerca apretando sus labios en mi frente pude notar lo tembloroso que estaba. Esos fueron muchos besos en una noche, tal vez sea una buena manera de comenzar una relación... No lo sé, jamás estuve en una.