Capítulo 5: Reencuentro

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A la mañana siguiente después de la fiesta, Ayumi fue a una colina donde Erwin y ella enterraron a su hermano mayor y a su madre pocos días después de que murieran. La rubia hubiera preferido enterrarlos junto a su padre, pero desde la caída de Shiganshina, su hogar de la niñez estaba invadido por los titanes.

Ayumi se agachó delante de las dos tumbas y colocó una flor encima de cada una.
Desde que había entrado en la instrucción no había podido ir a visitarles y lo cierto es que les echaba de menos.
La rubia fijó su mirada en la tumba de su hermano mayor y sonrió apenada. Recordar lo que hizo para salvarla la entristecía muchísimo, pero el dolor se hacía más llevadero al pasar los años.
Ayumi se levantó y echó un vistazo hacia los muros. A pesar de que ir a visitar a su familia la reconfortaba, al mismo tiempo le producía un mal estar en el cuerpo, ya que siempre que miraba al muro desde esa perspectiva, le venía a la mente el titán colosal, el cual desencadenó todo lo que había vivido hasta ahora.
Finalmente, la rubia dejó todos esos pensamientos a un lado y bajó de la colina para encaminarse entre las calles concurridas de gente. Había oído que el cuerpo de exploración iba a salir a explorar, así que se dirigió a la plaza para poder encontrarse con Erwin, al cual no había visto desde que entró en la instrucción.

—¡Ayumi! —la llamó Eren y la susodicha se giró. Armin y Mikasa estaban junto a él.

—Eren —le llamó la rubia sorprendida—. ¿Que hacéis aquí?

—Hemos venido a ver al cuerpo de exploración —le respondió entusiasmado.

—Eren no ha dejado de insistir hasta que hemos accedido a venir con él —dijo Armin y suspiró agotado.

—¿Y tu qué haces aquí, Ayumi? —le preguntó Mikasa.

—Tambien queria ver al cuerpo de exploración —le respondió—. Desde que ingresé en la instrucción no he visto a mi padre, así que iré a despedirme antes de que se vaya.

—Oh, claro —dijo Armin.

—Venga, vamos —dijo Eren impaciente—. O se irán antes de que podamos verlos.

Los cuatro llegaron a la plaza y allí había un cúmulo de gente. Por una parte, estaban los habitantes de la zona, los cuales se habían acercado curiosos para ver cómo partía el cuerpo de exploración y así pudieran darle ánimos o criticarlos. Por otro lado, estaba el cuerpo de exploración, los cuales estaban preparando sus caballos para partir.
Ayumi visualizó a Erwin al lado de su caballo mientras hablaba con un chico al cual parecía que le daba órdenes y se le dibujó una gran sonrisa en el rostro. Su padre adoptivo no había cambiado nada y esperaba que su carácter tampoco lo hubiera hecho.

—Chicos, ahora vuelvo—les avisó la rubia a sus compañeros.

—Esta bien —le dijo Eren—. Nosotros estaremos por aquí.

Ayumi asintió y se escabulló entre la gente para dirigirse hacia Erwin. Este seguía hablando con el chico que la rubia había visto anteriormente, pero en cuanto dejaron de hablar y el muchacho se fue, Ayumi se acercó al comandante.

—Erwin —le llamó y en cuanto el susodicho vio a la rubia, se le dibujó una gran sonrisa en el rostro.

—Ayumi —la llamó y los dos se abrazaron—. ¿Cómo estás?

—Muy bien —le respondió mientras se separaban del abrazo—. Aunque algo cansada.

—Es normal. Después de la graduación debes tener muchas emociones en el cuerpo.

—La verdad es que si —le dijo la rubia y rió algo nerviosa—. Siento no haber venido a verte antes.

—No te preocupes. Ya eres lo suficientemente mayor como para tomar tus propias decisiones —puso su mano en su hombro y la rubia le miró fijamente con una ligera sonrisa—. Además, me han dicho que has sido la primera de tu promoción. Estoy muy orgulloso de ti.

BORN FOR THIS | Ataque a los titanesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora