Capítulo 17: Sigo sin poder ver

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Ayumi bajó hasta las calles donde había ocurrido el reciente ataque, pero no sin antes protegerse con un par de guantes y un pañuelo cubriendo la mitad de su rostro.

Varios soldados de todas las modalidades se encontraban limpiando las calles de sangre e identificando los cuerpos que iban encontrándose a su paso.

La rubia observó toda aquella escena sin ningún tipo de expresión. Después de lo que había visto durante la batalla sentía que nada podía horrorizarla comparado con lo que había vivido. Aún así, sentía mucha pena e impotencia por los soldados caídos.

—¡Ayumi! —la llamó Connie a lo lejos.

La susodicha fijó su mirada en él y se percató que a su lado también se encontraba Sasha.

La castaña, al ver a su compañera, se apresuró a llegar hasta ella y la abrazó con fuerza.

Desde que la rubia y Mikasa se fueron junto a Eren con la unidad de élite, sus amigos de su misma unidad no habían sabido nada más de ellos y habían estado preocupados.

—Estás bien —le dijo Sasha aliviada.

—Si, no os preocupéis —le dijo Ayumi para tratar de calmarla.

—¿Sabes algo de Eren? —quiso saber Connie.

—Si —respondió la rubia mientras se separaba del abrazo de su amiga y seguidamente se bajó el pañuelo que cubría su rostro para poder hablar mejor—. Está encerrado en una celda a la espera de juicio.

Sasha y Connie se miraron sorprendidos, ya que a pesar de haber oído algunos rumores por parte de algunos superiores, no sabían que su amigo pudiera estar en esa clase de aprieto.

Al mismo tiempo, por detrás de la rubia, Jean se acercó, el cual estaba junto a la castaña y el pelicorto limpiando los destrozos que había alrededor, pero tuvo que ocuparse de otra tarea en ese momento y hasta que no la terminó, no pudo regresar con ellos.

Fue entonces cuando el castaño vió a Ayumi hablando con ellos. Parecía que estaba bien, así que toda la preocupación que había sentido por ella se esfumó en ese instante.

—Ayumi —la llamó.

La susodicha se giró de inmediato y en cuanto vió a Jean, a pesar de estar cubierto de sangre y algo sucio, sonrió aliviada y su mirada se iluminó.

—Jean —la rubia se acercó rápidamente a él y lo abrazó con todas sus fuerzas—. Me alegro mucho de verte —el castaño sonrió y la abrazó de la misma forma—. Aunque me sorprende que sigas de una pieza después de estar tanto tiempo sin mi.

—Eso debería decírtelo yo.

Ambos se separaron, pero permanecieron el uno delante del otro mientras se miraban con complicidad.

Connie y Sasha los observaron y volvieron a mirarse, pero esta vez se sonrieron maliciosos.

Sabían que Jean y Ayumi se habían llevado bien desde el principio de la instrucción, pero no esperaban que tuvieran ese nivel de amistad o incluso por como habían reaccionado a su reencuentro, parecía que entre ellos hubiera algo más que una simple relación de amigos, lo cual hizo sonreír de esa forma a la castaña y al pelicorto.

—Smith, Kirstein —les llamó una de las superiores que controlaban a los soldados de esa calle—. Vosotros ir por esa calle a identificar los posibles cuerpos. Springer y Braus, ir por esa otra.

Una vez les dió las indicaciones, los cuatro asintieron y se dividieron en parejas tal y como les habían ordenado y se separaron para ir cada uno por la calle asignada.

BORN FOR THIS | Ataque a los titanesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora