BORN FOR THIS | Ataque a los titanes

Capítulo 7: Baño De Sangre

Una vez que fueron a informar a los superiores de la situación, se reunieron en el cuartel general junto a todos sus compañeros para prepararse para la batalla. Sabían que los titanes estaban entrenado en la ciudad, así que debían dividirse por grupos. No podían contar con el cuerpo de exploración ya que habían salido a explorar, así que la guardia de guarnición tendría que asumir el cargo junto a los nuevos cadetes mientras la policía militar socorria a los civiles.

—Cadetes —les llamó Kitz Wilmer—. En este momento, se a terminado vuestro adiestramiento. Demostrar que sois auténticos soldados.

Estos se pusieron en posición para saludar, con la mano izquierda detrás de su espalda y la mano derecha cerrada en un puño justo en su corazón. Seguidamente, empezaron a correr de un sitio a otro del cuartel para prepararse. Ayumi se dirigió hacia donde estaban las armas y cogió dos hojas de recambio más dos botellas llenas de combustible para su equipo de maniobras. No sabia si tendría suficiente para la batalla, pero debía confiar en que todo terminaría antes de que pudiera preocuparse por algo así.
Una vez estuvo lista, la rubia fue paseándose por todo el cuartel dando órdenes a sus compañeros, los cuales estaban muy alterados.
Lo cierto es que a pesar de aparentar serenidad, Ayumi estaba igual de alterada, pero sabía que adquirir ese comportamiento no iba a cambiar nada. Aún así, deseaba con toda su alma que Erwin, Hange y Levi estuvieran a su lado en su primera batalla, ya que ellos sabrían perfectamente como manejar la situación y serían un gran soporte, pero por desgracia, no iba a ser así.

La rubia vio que aún lado del cuartel se encontraban Mikasa, Eren y Armin. Este último parecía muy alterado al igual que sus compañeros, mientras que el castaño trataba de calmarlo sin éxito.
Ayumi no se veía dispuesta a calmar al rubio en ese momento, así que decidió acercarse a la pelinegra.

—Mikasa —la llamó—. Daros prisa en coger el combustible. Saldremos en breve.

La susodicha asintió y la rubia se alejó hacia la puerta de salida.
Lo cierto es que Ayumi se sentía responsable de todos sus compañeros y no solo por qué hubiera sido la primera de su promoción y con ello la mejor soldado, si no también por qué su padre era el comandante del cuerpo de exploración y quería que se sintiera orgulloso al ver que podía dar órdenes y manejar una situación complicada como la que estaba teniendo lugar.

La rubia salió del cuartel y se dirigió hacia el resto de sus compañeros donde se habían reunido todos para recibir nuevas órdenes.

—Soldados, se dividirán en escuadrones y serán dirigidos por la guardia de guarnición —les explicó Kitz Wilmer—. Sus funciones serán proporcionar apoyo logístico, mantener las comunicaciones y atacar a los titanes. La primera línea serán las unidades de guarnición, la segunda línea la formaran los escuadrones de cadetes y la tercera la formarán las élites y la tropa —hizo una pausa—. Nos han llegado noticias de que la contradilla a sido totalmente aniquilada. La puerta exterior a sido completamente destruida y los titanes han invadido la ciudad —Ayumi abrió los ojos de par en par. Sabía que los titanes entrarían, pero no esperaba que la situación fuera tan crítica en tan poco tiempo—. Esto significa que el titán acorazado podría aparecer en cualquier momento y tirar abajo la puerta interior —volvió a hacer una pequeña pausa al ver los rostros horrorizados de sus cadetes—. La primera línea ya está en combate. Esta operación defensiva tiene un único objetivo: Permitir la evacuación del Muro Rose. Espero que no hayan olvidado que la desaución se castiga con la pena capital. Entreguen sus corazones y sus vidas. ¡Rompan filas!

—¡Si, señor! —exclamaron todos los cadetes y se dirigieron hacia los jefes que les habían asignado para llevarlos a la batalla.

Ayumi iba a hacer lo mismo, pero vio a varios cadetes en el suelo llorando y muertos de miedo. Incluso uno de ellos estaba agarrando de la chaqueta a una de sus compañeras mientras le gritaba que no había esperanza. La chica intentaba deshacerse de él sin éxito, pero parecía que estaba sucumbiendo a sus palabras, así que la rubia se acercó a ellos decidida y agarró al chico de su chaqueta para separarlo de su compañera.