Capítulo 6: El muro de Trost

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Una vez que Eren, Armin y Ayumi se colocaron el equipo de maniobras, subieron hasta el muro y allí se encontraron con Connie y Thomas, los cuales estaban limpiando uno de los cañones. Los tres quedaron sorprendidos de verlos allí, ya que este trabajo solo era para los cadetes que querían entrar en el cuerpo de exploración.

—¿Que hacéis aquí? —les preguntó Eren.

—Me uniré al cuerpo de exploración —le respondió Connie indiferente.

—¿De verdad? —le preguntó Ayumi sorprendida.

—A más de uno le llegó tu discurso y el de Eren —le respondió Thomas—. Aunque el de este último fuera un pelín malo.

La rubia sonrió y miró al castaño. Al parecer, gracias a los discursos que dieron en la fiesta después de la graduación, habían hecho que varios de sus compañeros de instrucción recapacitaran y quisieran unirse al cuerpo de exploración poniendo toda su esperanza en la humanidad.
A Ayumi la enorgullecía notablemente ya que significaba que había sido un ejemplo a seguir para algunos de sus compañeros.
Entonces, apareció Sasha junto a Hannah, las cuales también parecían que querían unirse al cuerpo de exploración.

—¡He traído carne! —exclamó la castaña alegremente y sacó un trozo de su chaqueta mientras se la mostraba a todos sus compañeros.

—¡¿Estás loca?! —exclamó Connie alarmado.

—No me digas que la has robado, Sasha —le dijo la rubia mientras la miraba con una ceja en alto.

Desde que hubo la caída de Shiganshina, la humanidad había perdido muchos terrenos en los cuales criar a animales y la carne era un alimento privilegiado. Por ese motivo, todos sabían que la castaña la había robado, ya que era prácticamente imposible que se la hubieran dado o que la hubiese podido comprar.

—Bueno... Robar, robar... Yo no lo llamaría así... —trató de justificarse Sasha a la vez que se rascaba la nuca avergonzada.

—Si, la ha robado —afirmó Hannah y todos miraron fijamente a la castaña.

—Pero la he traído para compartirla —se justificó rápidamente—. Vamos, chicos. Sólo por hoy —se agachó y guardó la carne dentro de una caja—. Además, cuando consigamos vencer a los titanes, tendremos suficiente ganado para poder comer carne cada día.

Sasha sonrió de oreja a oreja y Ayumi sonrió ligeramente mientras negaba con la cabeza.
Cuando la rubia entró en la instrucción, ella y la castaña tuvieron que compartir habitación junto a Ymir y Krista durante esos dos años. Eso había hecho que Ayumi descubriera la gran pasión que tenía Sasha por la comida y lo patosa y divertida que era, así que tuvo que ayudarla la mayor parte del tiempo para que los instructores no la riñeran al igual que Connie, ya que los dos parecían gemelos de lo juntos que iban siempre.

—Entonces yo quiero mi parte —dijo Thomas refiriéndose a la carne al mismo tiempo que se acercaba a la castaña.

—Y yo —dijo Armin.

—Y yo —repitieron todos.

—Pero tendrá que ser después de terminar la tarea o tendremos problemas —avisó la rubia.

—Está bien —dijo Sasha algo resentida, pero se incorporó y todos fueron a limpiar los cañones correspondientes.

En ese instante, hubo un gran rayo de luz el cual hizo que todos se deslumbraran y cerraran los ojos, pero por suerte fue muy breve, así que cuando Ayumi abrió los ojos, pudo ver al titán colosal delante de ella.
La rubia quedó paralizada. Al principio creyó que se trataba de una ilusión, pero sabía perfectamente que el titan colosal se encontraba delante de ella. Parecía que este la observara, como si se estuviera riendo de ella.
Después de todos esos años había vuelto a aparecer de la nada y a Ayumi le invadieron todos sus recuerdos del pasado.
Entonces, hubo una especie de explosión y todos los novatos salieron disparados hacia dentro del muro, pero consiguieron reaccionar rápidamente gracias a su entrenamiento y todos se engancharon en la pared del muro con su equipo de maniobras para sujetarse.

BORN FOR THIS | Ataque a los titanesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora