Capítulo 16: Secuelas

128 17 1
                                    

Después de eso, gracias a la repentina llegada del cuerpo de exploración y a los esfuerzos de los ingenieros de la guarnición, el muro Rose consiguió sostener la investida de los titanes una vez más.
Llevó un día entero exterminar a los titanes que quedaron atrapados en el interior de Trost. Durante ese tiempo, las baterías de cañones fijos dispararon sin descanso. Aunque las balas explosivas acabaron con la mayor parte de los titanes que rodeaban el muro, fue el cuerpo de exploración el que se ocupó de los que quedaban en el interior de Trost.
Durante esa operación, la humanidad, incluso consiguió capturar vivos a un titán de clase cuatro y a otro de clase siete. Sin embargo, 207 soldados resultaron muertos o desaparecidos en combate y 897 resultaron heridos. En efecto, la humanidad se apuntó su primera victoria contra los titanes, pero el precio de esa victoria fue demasiado alto para celebrarlo.
___________________________________________

Ayumi y Levi andaban a paso firme entre los pasillos de uno de los edificios centrales para llegar hasta el despacho de Erwin. Después de la batalla, se llevaron a Eren y lo encarcelaron, mientras que a Mikasa y a Armin los redirigieron a otro cuartel. Iban a hacer lo mismo con Ayumi, pero Levi se negó y se hizo cargo de ella, así que quiso llevarla junto a su padre lo antes posible.

La rubia seguía andando por el pasillo, detrás del pelinegro. Ninguno de los dos había dicho nada y Ayumi empezó a pensar que Levi estaría enfadado con ella. No sabía exactamente por qué, pero tampoco se atrevía a preguntar.

—¿Que hacías allí? —le preguntó el pelinegro manteniendo la marcha y sin mirar atrás.

—¿En plena batalla? —le preguntó la rubia algo confundida—. Luchar contra los titanes al igual que mis compañeros —le dijo obvia—. He pasado dos años de instrucción para convertirme en soldado, ¿recuerdas?

—Eso ya lo sé —le respondió Levi volteando los ojos y redujo la marcha para posicionarse al lado de Ayumi y así poder verla—. Me refiero a que hacías delante de la puerta. Sólo podías estar allí por ser de un rango mayor o por estúpida.

—Me asignaron con la unidad de élite —le dijo la rubia orgullosa.

—¿En la unidad de élite? —repitió el pelinegro sobresaltado—. Que incompetentes.

—Oye, sé que todavía no eres capaz de asimilar que soy una soldado, pero estaba capacitada para afrontar esa misión —se defendió Ayumi.

—Hasta que estuviste a punto de ser devorada por un titán y tuve que salvarte —le recordó Levi y la rubia frunció el ceño molesta, pero antes de que pudiera protestar, llegaron a la puerta del despacho de Erwin.

Ayumi desvío toda su atención y se apresuró a abrir la puerta. En cuanto entró seguida por el pelinegro, vió como Erwin estaba sentado en su silla detrás de su mesa y Hange parada de pie delante de él. Ambos se giraron al oír la puerta abrirse y cuando el rubio percibió a la menor, se levantó apresurado para ir hacia ella y la abrazó con fuerza. Ayumi correspondió de la misma forma y apoyó su mejilla en el pecho de Erwin. Aún habiéndose terminado la batalla, Ayumi No se sintió a salvo hasta en ese momento, abrazando a Erwin. Saber que estaba allí junto a las tres personas que más quería en el mundo, ya que habían sido su segunda familia desde que sus padres y su hermano habían muerto, la reconfortaba de una manera que no podia explicar, solo expresar con acciones. Al separarse, el rubio posicionó sus manos encima de los hombros de la menor al mismo tiempo que trataba de examinarla de arriba a abajo.

—¿Te has herido durante la batalla? —le preguntó preocupado—. Levi me dijo que te caíste desde una altura considerable.

—Tengo algunos rasguños, pero estoy bien —le explicó Ayumi para tratar de tranquilizarlo y el rubio le sonrió.

BORN FOR THIS | Ataque a los titanesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora