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En ese momento una sensación de terror evitaba que Aesop se moviera, lo único que quería era librarse del cazador y salir corriendo lejos a donde no pudiera verlo mas.

Joseph: Ahora si quieres hablarme o necesitas mas motivación? -dijo mientras mordía de una manera poco dolorosa la oreja del contrario-.

Aesop:......

Este se negaba a tener una conversación con el cazador, sabia que nada de lo que dijese lo salvaría de esa situación, lo único que podía hacer era esperar a unos de sus compañeros.

Joseph: Al parecer tendré que excederme mas, me pregunto que te hará hablarme, el dolor, el placer o que tal ambos -dijo mientras metía la mano por debajo de su camisa y deslizaba suavemente sus dedos del pecho hacia el abdomen, sin dejar de clavar ligeramente sus uñas-.

Aesop: D..Detente -tartamudeo en voz baja-.

Joseph: ya no puedo contenerme tanto, menos teniéndote así, no creas que aun no quiero matarte, pero es mas grande mi sentimiento por hacerte mío y hacerte sufrir.

Ema: A...Aesop -dijo con voz delgada y aterrada-.

Joseph: ugh! siempre llegas en el peor momento posible -dijo sin soltar a Aesop-.

Ema: porfavor déjalo tienes a Margaretha, ella te puede dar lo que quieres -dijo con voz temblorosa-.

Joseph: Si lo quiero, pero no de ella -dijo mientras acercaba su cara a la de Aesop-.

Ema: Si Margaretha se entera de esto quedara destrozada, no se amaban?.

Joseph: Amor? jaja eso no se puede conseguir de un superviviente.

Ema: ella te ama.

Joseph: cállate! ella nunca lo hizo, y si no quieres terminar en una silla vete .

Ema: Suelta a Aesop primero -dijo con voz temblorosa y con los ojos cristalizados-.

Joseph: si eso quieres -dijo mientras soltaba a Aesop, pero le dio un espadazo en el abdomen, el cual lo dejo en el piso-.

Después de dejar al embalsamador fue directo hacia Ema la cual salió corriendo, Aesop hizo lo que pudo para pararse, iba débilmente sosteniéndose de las paredes mientras esperaba toparse con alguien.

En eso la sirena sonó y Aesop sintió un gran alivio, aunque estaba lejos de esta tenia esperanza de llegar, después de recorrer los pasillos finalmente llego a la puerta donde vio a los tres supervivientes, este salió en dirección hacia haya lo mas rápido que pudo, pero Joseph lo alcanzo y le dio un espadazo que lo volvió a tirar al suelo.

Joseph: crees que te libraras tan pronto de mi? -le dijo al oído-.

Ema: Aesop! tenemos que ayudarlo!.

Mike: ya no tiene salvación, aparte su presencia en la mansión no se extrañara -dijo mientras la empujaba hacia la puerta-.

Ema: eso no es cierto!

Mike: Freddie ayúdame a sacarla!

Freddie: lo siento -dijo mientras sacaba a Ema con ayuda de Mike antes de que el cazador llegara a ellos-.

Joseph se había quedado sorprendido con las palabras de aquel superviviente, tanto que empezó a sentir curiosidad por la personalidad de Aesop y sus días en la mansión.

Joseph: así que nadie te extrañara, perfecto así se me facilitan mas las cosas -dijo mientras se acercaba a Aesop-.

Aesop: si vas a matarme hazlo y ya no pierdas el tiempo conmigo -dijo algo enojado y triste-.

Joseph: tan ansioso estas?, ahora me estas facilitando demasiado las cosas.

Aesop: simplemente hazlo si tanto lo deseas, no soy necesario aquí.

Joseph: muy bien pero no antes de divertirme- dijo mientras arrastraba al superviviente a una de las habitaciones-.

Al llegar este acorralo a Aesop poniéndolo de espaldas a el mientras le mordía el cuello. Aesop no hizo el mas mínimo movimiento por escapar, era como un muñeco, se quedaba quieto dejándose controlar por Joseph.

Joseph: esto será divertido.

Joseph empezó a deslizar su mano hacia llegar a la parte intima de este, donde empezó a hacer movimientos de arriba hacia abajo con su mano. Aesop solo se retorcía mientras trataba de ocultar los gemidos, sin embargo varios se podían escuchar aunque fueran bajos.

Joseph: no puedes decir que no te gusta, no es necesario que ahogues tus gemidos de todas maneras ya nadie puede escucharte -dijo mientras con la uña de su otra mano jugaba con el pezon.

Aesop: b..basta no puedo sopórtalo mas -dijo temblando-.

Joseph: todavía no puedes, falta aun mas -dijo mientras lo llevaba a la mesa que estaba enseguida-.

Lo coloco en la mesa mirando hacia arriba, donde le quito todas sus prendas, este se quedo observándolo, estaba perplejo nunca había visto el cuerpo de otro hombre, pero este a sus ojos era extrañamente bello no podía dejar de verlo, sobre todo su enorme herida en el abdomen, que era lo mas notorio en su piel tan blanca.

Joseph se bajo el pantalón junto con su ropa interior, este solo frotaba su parte intima con la del otro mientras le metía los dedos de uno por uno.

Joseph: con esa cara y esos ruidos haces que te quiera mas, te ves tan inocente -dijo mientras introducía su miembro en la parte intima del contrario-.

Aesop solo soltó un quejido de dolor, sin notarlo las lagrimas empezaron a salir, sentía demasiado dolor, lo único que quería era que eso parara.

Journal d'?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora