E: Edgar
¿Nunca se han imaginado que están en un tablero de ajedrez enorme y ustedes son las piezas del maldito juego?
Bien, pues yo no tengo que imaginármelo. Estoy en uno ahora. O lo que más se le parece.
Estoy en la habitación de mi mejor amiga.Toda la habitación de D se resumen en:
1. Miles de posters de sus bandas preferidas, la mayoría de ellas son asiáticas, ella me dice que su género musical es J-rock. Yo no tengo idea de qué es eso.
2. Posters de sus animes preferidos. Un montón de monitos me miran de distintas partes de la habitación. Muy perturbador.
3. Cada pared es de un color. Blanco, negro, blanco y negro.
4. Las baldosas del piso son iguales. Por ello he dicho que estoy en un tablero de ajedrez. El piso de la habitación de D parece precisamente eso.
Cada baldosa es negra o blanca. La habitación de D podría ser genial si no fuera porque yo cuando entro a ella comienzo a marearme. Todo es blanco y negro. Hasta los posters lo son. Hay un poster en especial que me pone los nervios de punta. En él está un tipo que parece gato, D dice que es un tal Naruto. No tengo la menor idea de quién es Naruto.
Siempre es así. Ella y yo en cuanto a gustos no somos compatibles. A mí no me interesa ver la televisión, ir al cine, o escuchar música. La música que a veces escucho es por D, pero después de un tiempo comienza a aburrirme. Sé que quizás debería buscar mis propios gustos pero soy demasiado flojo para buscarlos, la verdad. Lo único que me interesa es dibujar, y eso a veces también termina por darme flojera.
A mí lo que me gusta es vivir tirado en un sofá o en una cama sin que nadie me moleste. Y si lo hacen, más les vale que sea porque me vienen a traer de comer.
Cuando era pequeño me imaginaba que era el rey de algún lugar y todos me servían para que estuviera lo más cómodo posible. Yo no hacía nada más que estar acostado en una cama de plumas mientras un montón de personas iban a traerme platillos de todo el mundo. Y claro adulaban todas mis obras de arte, no importaba qué hiciera. Todos las amaban y las consideraban una maravilla del mundo.
Pero bueno, los sueños de los niños siempre son así ¿no? Grandes esperanzas para terminar machacados contra la realidad. Después te enteras que no eres un rey y lo único que te sirven es agua del grifo.
D siempre me ha dicho que soy demasiado vago, que no hago nada más que quejarme. Y bueno, soy un vago, pero un vago hermoso.
Y ahora mismo me encuentro sentado en una silla, negra con patas blancas que ironía, intentando mirar hacia el techo. El único punto de la habitación donde todo es gris, hermoso y perfecto gris.
D se encuentra sentada en su escritorio, esta frente a su ordenador portátil que también es negro. Desde que llegue no me ha prestado mucha atención. Pero siempre ha sido así, cuando ella está conectada a Internet no hay nadie quien pueda distraerla de semejante atrocidad. Algún día estallara la tercera guerra mundial y ella se quedara sentada frente a un ordenador alegando que la última esperanza de la humanidad debe estar en alguna página web.
Quizás estoy exagerando, pero al menos el Internet sí que es más interesante que yo. No la culpo, yo lo único que hago es quedarme en un rincón y quejarme hasta del aire que respiro. Pero no es mi culpa, está muy contaminado para que sea sano.
De todos modos no vine aquí a quejarme, siempre lo hago pero esta vez no. Vine aquí por información, e información es lo que me van a dar.
Doy un suspiro exagerado de exasperación. Intento atraer la atención de D, a veces suspirar funciona. A veces no. Hoy es de las veces que no. Qué desgracia.

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X & Y
Teen FictionJacob es un chico común, si lo miras podrías pensar que él es feliz, de esas personas cuya sonrisa contagia a todo el mundo, supongo que ¿Te podrías llevar bien con él? Quizás. Podríamos decir que se convirtió en el "X". "P" es un chico, sólo un chi...