X & Y

X/D: Tipos de humillación

Marzo

 

X: Jacob

 

Esta es la primera semana de Marzo, y precisamente hoy debería sentirme feliz. Pero lo cierto es que no lo estoy.

Hoy es mi cumpleaños. Tengo 17 años por fin y no sé cómo sentirme al respecto. Realmente me siento mayor de lo que soy. Me siento mayor y a la vez más pequeño ¿Tiene sentido? Seguro que no.

No lo tiene, sé que nada de lo que estoy diciendo tiene sentido. Pero es así. Tengo 17 años y nunca me había sentido tan viejo, tan cansado y tan estúpido.

***

Me encuentro sentado en el piso fuera de la cafetería y estoy recargado en la pared del edificio. No sé qué estoy haciendo aquí, es decir, sé por qué estoy aquí. Pero realmente no quiero estarlo, no tendría que estar aquí.

Estoy esperando a P, él me dijo que fuera cerca de la cafetería y lo esperara. Aún no ha aparecido y me estoy impacientando. No sé de qué quiere hablarme o por qué quiere que lo espere. Él hasta el momento no me ha dicho nada acerca de hoy. En realidad no me ha dicho nada acerca de absolutamente nada.

Desde que estuve en su casa por última vez y vi a su hermano Dorian, y… paso algo muy extraño, no me ha hablado. Bueno, si hemos hablado pero realmente no hablamos acerca de nada relevante. Él me pregunta cómo estoy y le respondo, hablamos de cosas sin sentido y después entre ambos se instala un silencio incomodo. No me gusta estar así, odio estar así.

Pero no sé qué se puede esperar después de que besaste a tu mejor amigo. Aunque él lo pidió, aún así supongo que debe ser extraño. Todos los mejores amigos después de besarse o hacer cosas extrañas que no tienen nada que ver con el ámbito amistoso se deben sentir incómodos después. Rara vez los mejores amigos son pareja, o al menos los que he conocido han terminado muy mal.

Y yo no quiero terminar mal. Aunque ni siquiera ha empezado así que no sé cómo coño va a terminar mal si de entrada todo está mal. Y puede que esté siendo muy dramático, pero no quiero perder a la única persona que me importa por dramas adolescentes estúpidos.

Pero no estoy seguro de cómo no perder todo de golpe. Y quizás ya lo he hecho.

Tenía que dejar de pensar en estas tonterías, no estaba bien pensar y pensar. Siempre que pienso miles de cosas salen a la luz, muchas cosas que tengo enterradas y no quiero recordarlas otra vez. Hay cosas que es mejor guardarlas y no dejarlas salir.

Sacudí mi cabeza, como si eso fuera ahuyentar todos los pensamientos de mi mente, y enfoque mi vista hacia adelante. Entonces me di cuenta que P venía caminando con paso apresurado hacía mí. Al fin venia, yo pensaba que me dejaría plantado, o se había olvidado de mí. No es que él lo haya hecho antes pero nuestra relación no es la mejor en estos momentos. No sé que esperar, no ahora.

P llego hasta el lugar donde yo estaba sentado y se detuvo frente a mí. Creo que había estado corriendo porque su pecho subía y bajaba de forma acelerada. Se inclino hacía mí hasta que nuestras miradas quedaron al mismo nivel. O bueno, yo estaba sentado y él estaba de pie, no es que pudiéramos vernos exactamente.

—Jacob, —P me sonrió y yo me fui hacia atrás, mi cabeza choco con la pared de la cafetería —hola.

—Hola, —intente devolverse la sonrisa.  —¿por qué querías que te esperara? Llevo aquí como medio siglo esperando, sabes.

P se incorporo y me miro desde arriba. Era alto, en realidad éramos de la misma altura, pero no sé por qué siempre he tenido la sensación de que él es más alto que yo. No tiene sentido, maldita perspectiva.