X & Y

X: Intenciones neutras

¿Sabes qué es lo peor? cuando quieres hacer algo bueno y todo te sale mal, tienes una buena intención pero te sale mal. En serio, por qué pasan estas cosas, no entiendo. Todo se pone en contra de mi o algo por estilo, es que no entiendo.

Pero sé que todo esto pasó porque no planee bien las cosas, no debí haber hecho lo que hice, no de esa manera. Y aunque no todo es mi culpa, paso por mi estupidez. Todo pasa por mi estupidez. No sé cómo vivo en el mundo, así. No. Y lo gracioso es que al final, lo que quería que me saliera bien no fue así, y lo que no estaba planeado que pasara, salió a la perfección. Malditas ironías de la vida. No deberían existir.

Bien, empecemos por partes, es confuso todo esto. Lo sé. Y todo paso hoy, hace unas pocas horas.

***

Hoy las primeras horas de clases habían pasado rápido, me gusta esto, rápido y constante, porque entre más apresurada pase la escuela más pronto puedo regresar a casa y no ver a todas estas personas que, Dios, están locas, en serio locas, es que no se puede vivir rodeado de estas personas.

Pero eso no importa ahora.

Miro hacia la dirección de P, él estaba sentado como siempre, en su banca al lado de la ventana, mirando al vació. Siempre hace eso pero me he acostumbrado, y él también se acostumbro a que lo interrumpa en su soledad. 

Los últimos días hemos estado charlando, o algo parecido, me siento en la banca de enfrente y le saludo, él a veces sale de su ensimismamiento en seguida y a veces tarda, y esas veces debo esperar hasta que se dé cuenta de que estoy ahí. Entonces sonríe y me saluda, y se que de cierta forma podremos hablar, nunca ha rechazado mi conversación, nunca tengo nada interesante que decir, pero siempre tengo algo que sacar. Él a veces dice algo, la mayoría se la pasa asintiendo o encogiéndose de hombros, pero están esas ocasiones donde se ríe y comenta sobre lo que estoy hablando. Esas pocas veces, son un milagro de Dios. No se si existe Dios, pero a puesto que todo es culpa de él, si P sonríe es porque Dios le dijo en su oído "sonríe, sé que quieres"

Y aún, a pesar de que hemos hablado prácticamente todos los días, sigo sintiendo que nunca llegare hasta él, nunca podre ser más que un compañero de clase molesto, tan molesto como una mosca que vuela y revolotea sin parar. Así que siempre, antes de hablarle, me detengo, pienso en que quizás un día me mire con ojos inexpresivos y me pida que me largue, lo deje en paz. Sé que si llegara a pasar aquello, me sentiría mal, si muy mal. Y es ridículo.

No importa. Me incorpore y fui directo a su lugar, pero esta vez no me senté en la banca. Él estaba muy pensativo, en realidad estaba más pensativo que otras veces, quizás paso algo, ¿algo qué? no lo sé, no sé nada sobre él y de cierta manera le he tomado cariño. Estúpido Jacob ¿cómo le tomas cariño a alguien que no te cuenta nada sobre él? muchas preguntas, pocas respuestas, si es que ninguna.

Le toco el hombro para sacarlo un poco de si mismo, de su mar de pensamientos, se que es imposible sacarlo del todo, nunca lograre eso, quizás. Él no reacciona rápido, pero me lo esperaba. Cuando lo hace parpadea varias veces, creo que se dio cuenta, al fin, de que estaba en un aula escolar y no en su recamara, seguramente. Me voltea a ver entonces, sonríe un poco, torcido. Está mal, pero no puedo ayudarlo.

—Hola. —Dice al fin. Su voz suena un poco quebrada ¿querrá llorar? no lo sé, maldita sea no se nada, terminare tomándole la cabeza y golpeándosela contra el escritorio hasta que me diga qué le sucede. Está bien, no, pero sí que me desespera.

—Hola, ¿cómo te encuentras hoy? —Hago una mueca, quisiera sonreír pero, no puedo.

Él también hace una mueca, se queda viendo al vació, otra vez. Pero regresa pronto, supongo que pensaba la respuesta correcta.