Octubre
Las semanas y los días han pasado muy rápido, ni siquiera sé cómo ya estamos a mitad del semestre y a pocos meses de terminar el año.
Es increíble cómo pasa el tiempo, e increíble cómo las cosas pueden cambiar de un momento a otro.
Estoy diciendo muchas ideas vagas, pero tienen una razón. Voy a contarles todo desde el principio, esto sucedió hace tres días, no hace mucho, pero por la forma en que había pensado antes de ello, y como pienso ahora, si es mucho.
***
Esta semana y la anterior he estado pasando mucho más tiempo con Rose, es increíble esa chica, pensé que era una perra total, pero me había equivocado, siempre me equivoco con las personas, no se creo que debería dejar ser tan prejuicioso a veces.
Pero no sólo me había equivocado con ella, me había equivocado con P.
Pero antes de eso lo veía y me daba rabia, desde que me había prohibido acercarme a Rose no lo he mirado con buenos ojos, desde antes ya lo miraba mal, pero que se interpusiera entre una posible amistad y yo... creo que le falta una neurona.
Y aun lo sigo creyendo, pero ahora es distinto.
El lunes precisamente me pasaron muchas cosas, una de ellas el suceso que me cambio la vida. Discutí con mis descerebrados hermanos, de verdad no sé cómo viven en este mundo, no es posible que una persona con la cuarta parte de las neuronas continué vivo.
Intente hablar con mi madre, pero fue nulo.
Ella estaba sentada en un sillón, yo iba a la escuela y pensé que estaba dormida, pero no lo estaba, estaba allí, mirando al vació con una taza de café en sus manos.
—Odette ¿qué haces aquí?
Ella me miro, tenía sus ojos rojos.
—Nunca me llamas mamá, dejaste de hacerlo desde hace mucho tiempo.
Si deje de hacerlo, cuando me di cuenta de que para ella era más importante nuestro padre que sus hijos.
No respondí a su afirmación, se que si respondía a ello entraríamos en un tema que no quiero tratar con ella, quiero hablar de otras cosas, no de esto. Pero no creo que llegue a entenderlo alguna vez.
—Debo irme. Es tarde.
Su expresión cambio del vació a la tristeza y decepción. Me dolía ver esa mirada en mi madre pero la verdad es que yo no tengo la culpa de nada.
—A veces... —Se interrumpe, esta balbuceando, de verdad me duele verla así. —Olvídalo. —Dice por fin. Suspira. —Que te vaya bien.
Intento sonreírle, pero creo que sale muy forzada, debo parecer psicópata a punto de rebanar a mi víctima.
Salgo por la puerta, me dirijo hacia la parada de autobús. Y espero.
Me siento raro, no puedo explicar la emoción que siento ahora, creo que a todos les ha pasado alguna vez, se sienten tan fastidiados pero al mismo tiempo se sienten como si quisieran estar felices a pesar de todo. Raro.El autobús llega. El conductor abre la puerta y esta se desliza hacia un lado. Suspiro y subo los escalones. Estoy bien.
***
Estar en un aula con pocos alumnos, porque a la mayoría se le ha hecho tarde, es relajante, es como ver la calma antes de la tormenta. Cuando el salón se llena de adolescentes todo es un caos, todos gritan, todos hablan, todos hacen escándalo. Nadie está en paz. Me fastidian el existir.

ESTÁS LEYENDO
X & Y
Teen FictionJacob es un chico común, si lo miras podrías pensar que él es feliz, de esas personas cuya sonrisa contagia a todo el mundo, supongo que ¿Te podrías llevar bien con él? Quizás. Podríamos decir que se convirtió en el "X". "P" es un chico, sólo un chi...