Jᴏᴇsᴛᴀʀ'ˢ☆ [κιиκτοϐєя] 2020

ᵈᵃʸ ²⁵•sɪʟᴇɴᴄᴇ•[Josuke/Gappy]

N/A: Aack! Ando re mal con este vato. Voy a intentar surtir bien el rattpad de cosos de el y empezaré por este kinktober así que JAJAJA CUSBAI.

Voy a publicar primero los capítulos que sean de él debido a que es de quien tengo más inspiración.

Esto es re enfermo.

Este cap tiene zoofilia banda. No lean si no os gusta por favor;-; cuídense.

Josubin
[Top!Jobin x Bottom!Josuke]

—¡Ugeeeh!—

Pegó un alarido el desafortunado Josuke. Él solía ser de esos que no se asustaban al punto de gritar, pero hoy Jobin había logrado sacarle un alarido fresco.

—Shhh...no grites. No quieres que Tsurugi entre a ver qué sucede, ¿no es así? Él está buscando a su mascota.—

Exactamente. Su mascota Inosuke, la cual estaba en la misma habitación de Josuke, ahora mismo olisqueaba a Gappy.

Pero no simplemente le estaba olisqueando. El can estaba colocando su hocico en lugares indebidos de aquel muchacho.

Rozaba ahora mismo esa entrada lubricada con leche de coco. Se sabía que era un alimento predilecto por el perro, así que este no dudó en empezar a lamer la zona.

—Josuke, el can ahora va a lamer tu ano. ¿Vas a quedarte callado?—

—Hu...hum— Apenas dijo Josuke, atemorizado por la sensación de la lengua de un perro en su culo.

Tembloroso la aceptó, no hizo ningún intento por detener al animal, que con esmero daba cortas lamidas al agujero. Josuke lloriqueaba en baja voz, la lengua áspera se sentía además húmeda y fría. Las lamidas eran incesantes y le producían cosquillas.

Se había tratado de incorporar, pero las piernas le temblaron, cuando lo hizo tan solo quedó acostado en ese suelo sucio. El perro no había desistido y ahora lamía con mayor énfasis, sus patas peludas están apoyadas en cada nalga de Josuke.

—Ni siquiera has podido incorporarte, ¿acaso te gusta tanto cómo este perro lame tu ano?— Caminó un poco, observando la lamentable escena. —Debería dejarte a solas con él. Quién sabe, puede que se anime incluso a fornicarte.—

—¡No! Jobin-san...por favor...¡Esa no fue la apuesta!—

Algo sorprendido de su atrevimiento, responde Jobin.

Aquel joven ni siquiera podía responder con claridad con aquel perro devorando su culo.

—La apuesta decía claramente: Estarás dispuesto a estar a la merced del perro de la casa.—

Josuke maldijo la buena memoria del sujeto, sus llantos eran suspiros ahora. Unas punzadas hacían que sus caderas se alzaran involuntariamente. Él tenía miedo de lo que pudiese ser capaz de hacer Jobin.

Porque reconoció desde un inicio que ese hombre no era para nada bueno.

Incluso desde aquel momento en que había recibido su souvenir de llegada al país.

—El can está emocionado, Josuke. Ten cuidado, puede que...—

Con su mano hizo una señal, Josuke pudo verla con sus ojos sorprendidos, ¿también había entrenado a ese perro? El perro que hace no mucho había llegado a casa, cuando su hijo Tsurugi lo habia encontrado. No cabía en su mente lo enfermo que estaba aquel hombre. Era incluso peor que lo que se hubiese imaginado.