ᵈᵃʸ ⁹•ᴍᴇʀᴍᴀɪᴅ•[Jotaro]

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Mermaid:
Ocean man ;)

N/A: No me gustaba ningún kink del día nueve así que tienen acá algo que escribir de Jotaro tomando de inspiración la rolita de Ocean man mientras lo escribo uwu.

Jotakak
[Top!Kakyoin x Bottom!Jotaro]

La mar estaba serena. El buen Kakyoin estaba de racha con la pesca. Él acostumbraba a acudir solo a ese pasatiempo suyo, alegaba que la soledad le daba suerte.

Esta tarde había atrapado un pez gordo, por más que tirase del cordel, este parecía que se quebraría en cualquier instante. Y era raro, él era un hombre esbelto, de buenos músculos y que en el poblado resaltaba por su fortaleza física. Su aspecto elegante no opacaba su fuerza.

Y vaya que era un pez enorme. Kakyoin no cabía en su sorpresa cuando el animal marino cayó en el yate.

Con una hermosa cola blanca color perlas, una piel morena como la miel tan dulce y unos ojos como el océano del que provino, Kakyoin pudo saber que era un sireno.

No eran muy comunes pues acostumbraban a quedarse en sus ciudades marinas, y eran muy perseguidos por esos pescadores con complejos de cazadores si asomaban sus cabecitas en la orilla.

Devuélveme al mar.— Fueron las primeras palabras del hombre del océano. Está tan sereno que no parece un pez fuera del agua, pero claro, los sirenos más modernos estaban adaptados al oxígeno terrestre y la escasez de agua.

—No.— Desde el momento en que lo vio Kakyoin se maravilló con él. Animal bello, que le enamoró a primer cruce de miradas. Le explicó con una sonrisa que quería conocerle, a pesar de lo reacio que estuviera el sireno de la mar.

•••

El humano y el ser marino estaban en la casa. La del humano, era tan suntuosa e imponente la arquitectura, no era que el sireno viviese en pobreza, de hecho él era el príncipe de un reino marino. Era que no había visto un hogar humano sino en cuadros. La estructura era sencilla pero le cautiva, ¿todos los hogares humanos eran así de elegantes?

Kakyoin tenía su buen dinero. Jotaro veía todo estando en brazos del chico que le sacó de su hogar.

—¡Madre!— Un eco profundo sumergió la casa, dando esa impresión de que no había nadie más que ellos dos. El rostro de Jotaro era fiero, no le daba confianza ese humano. Y el humano tenía toda la confianza en él.

•••

Kakyoin le había mostrado toda la casa, era todo un primor la decoración. Y ahora le tenía entre las sábanas, su cola húmeda de pez se ha desvanecido en un par de piernas largas, con muslos poderosos. Estos estaban húmedos, no se le ocurrió mejor idea a Kakyoin que preguntar, mientras se acerca a gatas en el colchón. Jotaro se siente acorralado, era torpe con las piernas.

—Así que...¿eres un príncipe húmedo?— Bromeó lascivamente. Jotaro se siente incómodo con la broma y bufa con desdén. —No te molestes, fue solo una broma. Suelo hacer bromas a las mujeres hermosas.—

Jᴏᴇsᴛᴀʀ'ˢ☆ [κιиκτοϐєя] 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora