ᵈᵃʸ ¹•ᴏᴍᴏʀᴀsʜɪ• [Jonathan]

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omorashi:

(おもらし / オモラシ / お漏らし) es una parafilia de origen japonés, relacionada con la incontinencia urinaria: la palabra japonesa omorashi, que significa «mearse encima».

Jonadio
[Bottom!Jonathan x Top!DIO]

La puerta no abre.

Él gira con algo de desespero el picaporte, pero no cede. Una risa se escucha a sus espaldas.

-¿Necesitas ir?-

-Dio. ¿Fue obra tuya?-

Eso era. Su padre no estaba en casa, estaba la casa desierta, poblada tan solo por algunos criados. Dio había atascado de alguna forma la puerta, justo cuando él estaba tan desesperado por hacer sus necesidades.

Sus piernas estaban algo juntas, él la estaba pasando mal realmente. Pero era el comienzo, porque Dio planeaba dejar la puerta en ese estado hasta que Jonathan empapase patéticamente sus pantalones.

-Jojo, deberías ver tu rostro justo ahora. Estás desesperado por ir, ¿no es así?-

-¡Abre esa puerta, Dio!-

Sus dientes apretaron ese labio inferior suyo justo en el momento en que finalizaba de hablar, una punzada en su vejiga le hizo doblarse un poco.

Ahg!-

-Dime, Jojo. ¿Qué quieres? Díselo a tu hermano.-

Deletreó prácticamente las palabras, las había pronunciado lentamente y con un profundo tono de burla. Jonathan, fastidiado por la mofa, no pudo sino clamar su nombre.

Sus manos se sostenían en la pared, Jonathan estaba con sus ojos en el piso, un sudor frío comienza a aparecerle en la piel. Él está agitado justo ahora, luchando por aguantar. Casi conteniendo la respiración pues teme que eso pueda hacer que moje sus pantalones.

Pero su respiración era tan pesada.

Un insulto provino de la boca de Dio, al ver esa mancha húmeda en los pantalones del joven Joestar.

-¡Míralo tú mismo! Estás haciéndote encima.-

-(¡Mentira! Aún no...¡Aún puedo aguantar un poco más!)-

En medio de esa bizarra situación, él levanta su vista hacia Dio, con un rayo de esperanza en sus ojos, trata de hacerse ver como alguien que tiene las situación bajo control.

-Habla, ¿vas a pedirme algo?-

-La puerta, ábrela.-

Su voz, que casi fue susurrada, contrasta con su mirada llena de determinación.

El joven rubio se le fue encima, rodeando su cuerpo juvenil con sus brazos. Había muchos lugares que palpar con sus manos. Sus pectorales, suaves y tan firmes al mismo tiempo; sus dulces muslos bien trabajados; el trasero tan redondeado que simulaba la forma de un durazno.

Jᴏᴇsᴛᴀʀ'ˢ☆ [κιиκτοϐєя] 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora