Jᴏᴇsᴛᴀʀ'ˢ☆ [κιиκτοϐєя] 2020

ᵈᵃʸ ⁵•ʟᴀᴄᴛᴀᴛɪᴏɴ•[Jonathan]

Lactancia erótica:
Es la parafilia o práctica sexual relacionada con el deseo de ingerir leche de los senos de una mujer.

Jonathan x Others

El juego había sido intenso, divertido. Todos habían contado con el talento y fuerzas de Jonathan, y así habían ganado. Luego de celebrarlo en el campo, solían reunirse en casa de alguno de los compañeros a festejar.

Dio se había decidido ir a casa, Jonathan quiso acompañar a los amigos.

Jonathan era el más bello muchacho del equipo, desde antes de que Dio estuviese en este. Sus ojos azules inspiraban esperanzas en cualquiera, y su sonrisa inocente enamoraba a las señoritas del lugar.

Incluso a algunos chicos. Chicos que estaban en su equipo.

Pero había algo que muy pocos sabían de Jonathan. Tenía una particularidad que solo su padre sabía: sus pechos tenían la capacidad de amamantar. Es decir, había leche en ellos.

Él debía ser muy cuidadoso con su secreto, era mal visto en la sociedad. ¿Qué dirían sus amigos si lo descubrieran? Seguramente le comprarían con una vaca, sus pechos hinchados y llenos de leche eran comparables a unas ubres. Si lo pensaba de forma vulgar.

Por ejemplo, ahora mismo sus camaradas estaban jugando a las cartas, a un juego difundido entre hombres.

Y quien perdiese iba a tener que retirarse sus prendas, por cada ronda que perdiese. Jonathan era tan ingenuo que terminaba perdiendo, como siempre. Él era listo pero en temas de la picardía no era muy brillante.

—Vamos, Jojo, quítate eso. Ya perdiste.—

Le habían convencido de jugar.

¡Él estaba tan nervioso! No quería que, en fin.

—¡No! Les dije que no quería jugar, chicos.—

Trataba de apaciguarles, ellos se acercaban, no eran muy fuertes, pero Jonathan no quería usar la fuerza con ellos. Fue esa la razón por la cual sus amigos lograron retirar de forma casi consensuada la prenda.

—¡WHOA!¡Jojo...tus pectorales!—

Temía lo peor. Ya los habían visto, iban a burlarse ahora mismo, ¿no es así? Su padre...estaría tan decepcionado de que supieran su secreto. Jojo estaba preocupado ahora mismo, ¡pero no asustado! Tenía esperanzas justo ahora.

—¡Eres tan fuerte, Jojo!—

—¡Tienes unos pectorales muy musculosos!—

—¿En serio?—

En lo que ellos le halagaban su fuerza física, él se vanagloriaba de haberlos distraído con ese tema. Mientras no saliera ni una gota de leche de ahí todo estaría bien. Habían olvidado un poco el juego para admirar sus pectorales.

Era temible, los admiraban tanto como a los senos de una mujer.

Al punto en que uno de los amigos coloca sin aviso una mano en ellos, en el centro. Jonathan se quejó sorprendido del atrevimiento, aunque más bien preocupado de que sucediera lo que temía. La mano del amigo se paseó a un costado, comprobando el volumen de su pecho.

—Jojo...—

—¡No puedes tocar!— Comenzó a sentir humedad salir de sus pezones. ¿Sería que ya...?

—Qué extraño—

Comenzaban los murmullos, los comentarios acerca de qué era lo que había brotado de sus pezones. Tenía de repente una lengua probando el líquido blanco.

Se alejó rápido, con el sabor en su boca.

—¡Es...leche!—

Les anunció casi sin creerlo, los ojos de los demás se abren desmesuradamente. Jonathan se preocupaba de lo que dirían justo ahora.

—¿Puedo?—

Preguntaba más bien con curiosidad. No se esperaba ese tipo de reacción, tampoco estaba muy seguro de hacerlo. Aún con sus cejas cargadas de preocupación, asintió.

—Con permiso.— Dijo el muchacho de su edad, como anticipo, seguido a ello apretó sus labios alrededor de uno de los pezones. A veces tiraba de ellos, queriendo beber más leche. Era un goloso.

—¡Delicioso!—

El joven Joestar apretaba sus labios, sentía un ardor en sus pechos. Sus manos estaban apretadas en puños, todo un esfuerzo para no quejarse. Él no debe hacer un desaire a sus queridos compañeros. Ni aunque se hubiese sumado otro más, dándole su atención a su otro pecho. No se iba a quejar.

—¡Increíble, son como los pechos de una chica!—

—Claro que no...—

El aguantar tantos cosquilleos no le hizo cerrar sus ojos, sino que le sacó pequeñas lágrimas de sus ojos. ¡Era muy bueno amamantar a sus amigos! Jojo se sentía embriagado de calor. No era normal excitarse tanto cuando se daba el pecho.

Estaban hinchados sus pezones, pero se tranquilizó cuando vio que ellos se retiraban.

—Oigan, esperen...esto no es- ¡Hm...!—

¡Oh, no! Jojo no podía dejar de preocuparse, ¡Los dos amigos restantes se sumaban a la diversión! Ellos no solo probaban la leche de su pecho, también estaban lamiendo los pezones, la carne voluptuosa alrededor de estos.

Esta era verdaderamente una escena bizarra, para cualquiera que la descubriese.

Infinita parece la leche que brota, al igual que el hambre de esos amigos suyos.

En unos momentos se han separado y Jonathan suspira aliviado. No ha dicho ninguna palabra más.

—Ha sido mucha, ha mojado sus pantalones.—

—¿Si pellizco saldrá más?—

—¡No! No saldrá, no lo...Ah—

No siguió, había pellizcado uno de sus pezones y unas gotas de leche salen.

—Lo estás haciendo mal. Es así.—

Apretaron esos abultados pectorales, y efectivamente. Un buen chorro brota, Jonathan no puede estar más avergonzado.

Y sus amigos satisfechos. Jonathan piensa irse, rápido se pone de pie, como para evitar que alguno tenga más ideas de cómo ordeñarle.

—Debo irme, fue...divertido.—

—Jojo, aún es muy temprano.—

—Uh...hay...¡cena familiar en mi casa!—

Se vestía apresurado, desesperado por irse.

La próxima vez se lo pensaría mejor antes de salir o visitar a sus amigos.