ᵈᵃʸ ¹⁴•ᴍᴀᴅɴᴇss•[Jotaro]

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Madness

Jotakak
[Bottom!Jotaro x Top!Kakyoin]

N/A: Taba escuchando Mad Hatter de Melanie Martinez y me imaginé a Kakyoin así re loco y obseso. So...vino esta idea. Kakyoin se me hace muy elegante y sesti uwu y si lo ponemos que padezca de algún trastorno de personalidad se me hace más atractivo aún.

Todo capricho que el Señorito Noriaki tuviera era satisfecho.

Pov's Kakyoin:

¿Tan difícil era entenderlo? Si yo quiero que las rosas del jardín sean rojas, las más carmesíes serán. Se lo he hecho entender 2 veces ya a mi sirviente.

Quería marcharme con tranquilidad a la escuela, así que terminé mi plática con aquel señor que se encargaba de las tareas de la casa. Con un suspiro puse un pie fuera de mi casa.

Tenía todos los lujos que quería, pero aún así no estaba completamente satisfecho.

La escuela está a unos pasos más. Me aseguro de entrar con clase, como una persona interesante. ¿Por qué hago todo esto?

Bien, mi último capricho. Es la persona que me acaba de saludar.

—Kakyoin.— Agita su mano para saludar... oh, su brazo es tan fuerte, potente. Al igual que sus hombros, su pecho. Él, en general.

¿Por qué es tan difícil cumplir este capricho mío?

Le dedico una sonrisa y un saludo calmados, contraste a cómo me siento cuando estoy cerca suyo.

—Jotaro, ¿después de clases irás a mi casa?—

Nunca lo dijo, yo pongo mis palabras en su boca.

Su rostro se nota por unos momentos pensativo, qué hermoso, le he confundido un poco.

—Sí.— Dice finalmente. Creo que a veces duda de mí, ¿tan poco confiable soy? Tan solo dije que iría a mi casa, no es tan malo.

¿No?

Finalmente, yo sonrío complacido, ha hecho lo que yo he querido.

—Bien, en ese caso vamos al aula, no queremos llegar tarde.— Mi mano abraza la suya, la siento dudosa de mi toque. Es algo que suelo hacer siempre, ¿y siempre mirarle para ver si todo andaba bien con él? Era costumbre.

Le agregaba un comentario acerca de lo suave que era la palma de su mano, él sin comentar nada al respecto. Se debe sentir extrañado. En unos inicios yo no era así. ¡Pero quedé tan cautivado con su belleza! Desde el primer momento pensé en él como mi perro faldero. Con un entrenamiento adecuado se adaptaría a todo tipo de interacción mía con él.

•••

El sirviente nos dejó solos en la habitación cuando terminó de colocar la merienda en la mesa.

—¿Puedes servirme un poco, Jotaro?—

No se movió. ¿Qué ocurría? ¿Mi dulce Jotaro no ha escuchado mis palabras?

Jᴏᴇsᴛᴀʀ'ˢ☆ [κιиκτοϐєя] 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora