Obediencia absoluta • AU KLANCE VOLTRON|| RESUBIDO

Como si nunca lo hubiera amado. - XVI

Como si nunca lo hubiera amado.

XVI

Unos largos días pensando en eso y lo otro. Finalizó con una decisión clara y por primera vez en su vida estaba dispuesto a arriesgarse.

Sin condiciones.

Sin reglas.

Deseaba iniciar de nuevo. Sabía que las disculpas no serían suficientes. Quizá incluso terminaría por arrodillarse.

Recordó una vieja conversación con Allura donde ella señalándole con el dedo decía una y otra vez que algún día se enamoraría de alguien y como si de una maldición se tratase ahora se veía así mismo empeñado en buscar a Keith.

El resto del día continuó con sus clases normales. El bullicio de los estudiantes no le molestaba e incluso se sentía con más energía.

Durante toda la mañana conversación Allura vía mensaje de texto, la chica lo invitaba a salir como amigos ya que quería contarle cómo sus padres se tomaron la noticia además de que tenían días sin verse. Lance lejos del rencor veía a Allura como una buena amiga, ambos acordaron verse en un café cerca de la universidad y para evitar cualquier clase de malentendido cada uno iría por su propia cuenta. Allura le había contado que la noticia se espacio como un incendio forestal y que ya estaba harta de los cotilleos y preguntas indiscretas.

— ¿Qué ocurre hoy Lance? — pregunto Pidge quien caminaba junto a Lance y Hunk.

— ¿Por qué preguntas eso?

Pidge le dirigió una rápida mirada cómplice a Hunk.

—Creo que estarías decaído por la cancelación de tu compromiso, nos llegó la noticia.

—Pero te vez bien— continuó Hunk —Yo estaría llorando en mi habitación.

— ¿Por qué tan de buenas? — insistió Pidge.

—Después de la cancelación de mi compromiso...— dijo dramatizando —...he decidido iniciar de cero, no puedo quedarme así y lamentar el abandono de Allura.

Pidge no se creyó el cuento mientras que Hunk asentía con lágrimas en los ojos.

— ¡Tienes mi apoyo Lance! — lo abrazo Hunk según él para consolarlo.

—Oh, gracias, mi gran amigo— correspondió el abrazo.

—Si, bien...— dijo Pidge mirando la escena con fastidio.

Las clases finalizaron y él partió rumbo a su encuentro con Allura. Esperaba que Coran ya hubiera hecho el envió y en solo un par de horas todos los regalos estarían siendo recibidos por Keith. En su mente imaginaba todas las posibles reacciones del chico. De antemano sabía que no la tendría fácil. Keith estaba en todo su derecho de odiarlo. Merecía el desprecio, incluso aceptaría ser golpeado. Esperaba poder tener la oportunidad de aclarar sus sentimientos y ser honesto.

El miedo al rechazo lo carcomía. No pensaba justificar sus malas acciones ni las palabras crueles. Deseaba como nunca antes deseo nada redimir sus errores.

Lo ansiaba con todas sus fuerzas tanto que la sola idea de no obtener una segunda oportunidad le provocaba un miedo terrible.

Suspiro mientras conducía. Llegó al lugar de su encuentro con Allura, miro la hora y se percató que había llegado quince minutos antes, entro y tomo asiento en una mesa para dos personas en el jardín exterior del lugar. Un poco de aire fresco no le vendría mal. Además, a Allura le gusta comer en lugares exteriores. Unos minutos después Allura apareció entrando por la puerta principal, Lance la vio llegar a través de los cristales, alzó su mano para ser visto por ella, Allura al verlo caminó hasta él.