Verdades a medias. - XXI

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Verdades a medias.


XXI


Después de su último encuentro con Lance decidió evitarlo a toda costa. Ignorando llamadas y mensajes. Lance podía ser bastante insistente, eso lo tenía claro, que el moreno no se daría por vencido tan fácil.

Pasó los últimos días echado en su cama maldiciéndolo, recordando todo lo ocurrido esa noche. Tampoco tuvo noticia alguna de Shiro, la vergüenza le impedía enviarle un mensaje y disculparse por el bochornoso momento que paso al ser visto y por la manera en que lo trato esa noche. Shiro quien siempre ha sido amable con él. Se sintió un idiota por dejar que sus problemas con Lance afectaran a personas que no tenían nada que ver con ello.

Por su parte su madre pasaba varias veces al día para ver si estaba bien, ella noto que su hijo se veía decaído, pero Keith evadía el tema cuando ella le preguntaba.

Se encontraba hundido en una tristeza con la que no sabía lidiar.

Lance repitió una y otra vez lo mucho que lo ama. Los "Te amo" sonaron honestos e incluso con ello se negaba a creer. Ya no era el mismo chico ingenuo de meses atrás. El chico que caería fácil ante Lance. El tiempo le enseñó que no debía ceder.

Pasó el resto del día viendo series y durmiendo a intervalos. No pasó ni una semana desde la fiesta cuando de entre todos los mensajes y llamadas de Lance encontró un mensaje de Shiro. Ver el mensaje provocó que todas las escenas de esa noche regresaron como si de una película se tratase.

El mensaje de Shiro mostraba su amabilidad auténtica.

"Lamento lo de la última vez, no sé muy bien que decir, no te preocupes por mí solo sé más cuidadoso la próxima vez"

—No habrá una próxima vez...— dijo dejando de lado su teléfono.

Sus manos temblaron en un intento de escribir una disculpa junto con una explicación razonable. La vergüenza de ser visto por alguien a quien admira y respeta, ya demasiado tenía con Lance. Lo que se suponía serían unas vacaciones para despejar su mente y lograr olvidar todo terminó por transformarse en un calvario lleno de recuerdos vividos y la presencia de Lance apareciendo una y otra vez en su mente, como una luz titilante molestándolo.

"Soy yo quien debe disculparse, lamento lo que pasó"

Tras responder apagó su laptop y se echó a dormir.

Entró a un restaurante justo en el centro de la ciudad. No se encontraba lleno de personas. La única razón por la que terminó ahí fue por la insistencia de su hermana para que hablaran. Ella sonaba bastante preocupada mientras le repetía una y otra vez que debían verse para hablar. Accedió porque sabía que sin importar lo ocurrido con Keith no debía repeler a su propia familia. Camino mirando entre las personas hasta encontrarse con su hermana, la chica de lentes le sonrió, él le devolvió la sonrisa.

—Hace tiempo que no nos vemos Lance— dijo sonriente.

—Sí...— dijo en un suspiro —Me alegra verte, Verónica.

Ella no tuvo que preguntar nada. Lo noto al instante. Lance se veía decaído, su hermano menor que siempre se la vivía feliz y hablador hoy se notaba desanimado.

— ¿Paso algo? — pregunto curiosa de si el estado de ánimo de su hermano estaba relacionado con la cancelación de su compromiso.

—No es nada.

Obediencia absoluta • AU KLANCE VOLTRON|| RESUBIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora