-XXIII-

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Las semanas pasaron y el Alma Furiosa al fin atracó el el puerto de Bangkok, todos estaban contentos, todos menos el capitán, el cual venía lleno de odio, rabia y desilusión.

....-Amigo, no vayas a cometer una locura, déjala que se explique, además, Fighter es tu hijo, a pesar de lo que dijo ese tipo... tú lo criaste, lo alimentaste, velaste su sueño... que no te ciegue la rabia- le dijo AA deteniéndolo al bajar del barco.

-Tranquilo, no la mataré si es lo que temes... no le haré eso a la madre de ese pobre niño, aunque se lo merezca pero si me separaré de ella, la quiero fuera de mi vida.

Tras encaminarse, este finalmente se vio frente a su casona.

-Bien, allá voy.

Tras abrir la puerta, este dejó sus cosas en el recibidor.

-Hey familia, ya llegué.

Anne apreció con Fighter en brazos, este con el corazón endurecido, miró al bebé, el cual estiró sus bracitos, feliz por su regreso, entonces le rompió el alma y no pudo rechazarlo.

Su amigo tenía razón, a pesar de todo, Fighter, el niño era inocente y no tenía la culpa de los padres que tenía.

Finalmente lo cogió en su regazo.

-¿Me extrañasteis mucho?.

-Si, claro hijo..siempre te echamos mucho de menos.

Zee estaba muy conmovido de lo adorable y frágil que era su bebe, el cual ya sonreía mucho y a cada paso le tocaba la cata con su manita pues el era el único padre que conocía.

Realmente estaba hecho un lío pues Angelo estaba muerto pero no podía olvidar la traición de su esposa, la que poco a poco había empezado a querer.

No quería que esta se fuera y se llevase al niño pero ya no quería nada con ella, tendría que ser cauteloso.

-Madre, ¿dónde están mi hermana y Janis?

-Oh han ido de compras, no tardarán.

Fighter dormía plácidamente en el regazo del capitán cuando nuevamente la puerta principal se abrió.

-Hola madre... hermano, al llegaste, te eché mucho de menos-Habló pam muy sonriente.

-,Hola hermana, cada vez estás más bonita.

Janis apareció tras ella y entonces corrió a los brazos de este.

-Querido, qué bien que ya regresaste

Este muy seco recibió el brazo y el beso.

-Hola.

Esta detuvo su sonrisa y lo miró con extrañeza.

-¿Ocurre algo cariño?-preguntó esta soltando todas las bolsas que traía -...¿Sucedió algo con las ganancias de la campaña?.

-No, todo está bien- negó este evitando hablar delante de su madre y su hermana pues era un asunto delicado.

-Hijo, deja los problemas para otro momento, ahora que ya has llegado, debemos celebrar-Habló Anne muy sonriente.

-Madre, no estoy de humor, celebraremos mi regreso en otro momento-Habló este desganado.

-No habla de tu regreso, bobo-habló de nuevo Pam.

Zee la miró y sonrió.

-No me digas que al fin ya has conseguido un esposo.

Esta lo fulminó con la mirada, lo que el joven capitán rió.

-Díselo ya Janis -Habló entonces Anne.

-¿Qué tienes que mostrarme?, ¿Qué ocurre?-preguntó este parando su risa y mirando a su esposa la cual comenzó a desabrocharse su largo y amplio abrigo

-Vas a ser papa de nuevo, Zee-dijo mostrando su abultada panza.

-Pero, ¿C-Cómo?, ¿C-Cuando lo supiste?.

Anne se les acercó y unió sus manos.

-Pocos días después de que zarpases, hijo...nacerá dentro de dos meses.

El joven capitán estaba en shock pues la vida le estaba regalando otro hijo y este tenía que ser suyo, entonces lágrimas cayeron por su rostro.

-Oh por los dioses-dijo cayendo de rodillas y abrazando la barriga de Janis.

Ese nuevo bebé era una señal de que olvidase el pasado, a Angelo y que lo más importante eran sus hijos y su bienestar... su familia.

(..)

Tras tres meses de espera, donde la salud de Janis inesperadamente se deterioró, William vino al mundo en una noche en la que su padre para variar estaba en la cantina y ahogado en alcohol y Pam tuvo que ir en su busca.

Minutos después, algo más despejado, tras unos cuantos cafés amargos y una ducha fría, este recibió a su precioso bebé, el cual era igual a él, con sus mismos ojos, su particular nariz y su pelo negro.

Este respiró aliviado pues realmente no estaba del todo seguro si su esposa lo habría engañado de nuevo con otro y tampoco sería suyo.

Janis se quedó muy débil después de ese parto, en el que inevitablemente perdió mucha sangre, por lo que el médico y la partera, les comunicaron con pesar que la vida de esta peligraba.

Esta no puso objeción al nombre del bebé, más que nada porque siempre estaba dormida por los remedios que el médico le recetó para su recuperación, así que William Pruk fue registrado con ese nombre en el registro del pueblo.

Todos los esfuerzos y cuidados en los días siguientes fueron en vano y una mañana, esta amaneció muy mal, casi sin vida.

Zee estaba en su despacho con AA revisando unas cartas de navegación y unos mapas, cuando Griselda lo avisó.

Este corrió a su lecho y Janis con mucho esfuerzo y por sorpresa le pidió perdón pues aunque nunca se lo dijo, ella sabía que Zee supo la verdad antes de matar al miserable de Angelo.

También le dio las gracias porque a pesar de todo, este no había rechazado a Fighter ni a ella y estaba muy arrepentida de haberlo engañado pues con el tiempo había aprendido a amarlo, por ser un hombre y un padre maravilloso.

Este la perdonó para que partiera tranquila y feliz, sin dolor y sin rencor y de un momento a otro, la vida le dio un nuevo hijo pero le arrebató a su esposa.

Janis tuvo su funeral en el mar como hija de pirata y como ella también lo fue en su día, todo el pueblo estuvo allí y dio su sentido pésame a Zee.

Este estaba otra vez sólo, ya no tenía a nadie con quién compartir su vida a parte de sus hijos claro y en su corazón a pesar de un gran vacío, Saint seguía ahí, como siempre lo hizo.

Aunque con el tiempo este había aprendido a querer a la que ha ia sido su esposa, no se comparaba al amor que seguía sintiendo por el castaño.

Sus pequeños hijos se quedaron sin su madre y aunque Anna y Pam le ayudaron en lo que pudieron, lo cierto era que un padre soltero no podría llevar la vida que llevaba a menos que se consiguiera una nueva esposa y madre para sus bebés.

Sus pequeños hijos se quedaron sin su madre y aunque Anna y Pam le ayudaron en lo que pudieron, lo cierto era que un padre soltero no podría llevar la vida que llevaba a menos que se consiguiera una nueva esposa y madre para sus bebés

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16. Mi ardiente capitán -Zaintsee - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora