La noche esperada

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Armando se frenó ante las palabras de Betty, y la miró con sorpresa.
_ ¿E, en verdad quieres ir a mi apartamento? ¿M, me estás hablando enserio?_

Betty asintió con la cabeza y una sonrisa.
_ Si, ya no quiero esperar más._

Armando dibujó lentamente una sonrisa en sus labios, y levantando la chaqueta del piso, la tomó de la mano, y salió rápidamente de allí.

La llevaba prácticamente en el aire, así que Betty lo detuvo.
_ Espere doctor, deje que al menos me arregle._

Armando se frenó, la miró, y exhaló con una sonrisa, para luego de besar sus labios con dulzura, responder:
_ Si mi amor, tienes razón, perdoname. _

Betty rió negando con la cabeza, y cuando comenzó a arreglar su falda, se abrieron las puertas que daban al pasillo.

_ Betty..._
Alcanzó a decir Aura María, frenandose de golpe, al encontrarla en esa situación.

Primero quedó con los ojos abiertos como platos, pero luego se le dibujó una sonrisa pícara. Entonces mordiéndose el labio dijo:
_ Perdón, no quise interrumpirlos..._

Armando la miró con disgusto, y entre dientes, dijo;
_ Dígame una cosa Aura María, ¿Usted es tonta?_

Aura María abrió los ojos como platos, mientras Betty agachaba la mirada, y ella con miedo respondía:
_ N, no, doctor..._

_ Entonces sufre de pérdida de memoria._

Aura María agachó la cabeza, y negó otra vez.
_ No doctor..._

_ Ah, ya sé, entonces tiene problemas de audición, ¿Es eso Aura María?_

Aura María negó otra vez, apenada.
_ N, no doctor..._

Armando exhaló pesadamente, y con furia, agregó:
_¡¿Entonces porque diablos no entiende, ni recuerda lo que le dije, ah?! ¡¿No entiende que la puerta está cerrada para que usted, y todos los que están del otro lado, la golpeen antes de entrar?!_

Betty se quedó en silencio y no intervino, sólo lo tomó del brazo, intentando calmarlo. Sabía que él tenía razón, pues tanto Aura María, cómo las del cuartel, solían no respetar la privacidad de nadie, pero tampoco estaba de acuerdo con que les hablara de esa forma.

_ P, perdoneme, doctor, e, es que tengo a doña Julia en el teléfono, y n, necesita hablar urgente con la doctora._

Betty abrió los ojos grandes al oír la razón, pero Armando, continuó regañando a Aura María.

_ ¡Ah, entonces como la doctora Beatriz tiene una llamada urgente, usted considera que puede entrar en su oficina cómo se le da la gana! ¡¿Usted cree que por ello no debe tener respeto por su privacidad, y esperar que se le ordene entrar?!_

Aura María se quedó en silencio y con la cabeza gacha dijo:
_ N, no doctor..._

Armando iba a continuar con la cantaleta, pero Betty, preocupada por la llamada de su mamá, intervino diciendo:
_ Páseme la llamada Aura María, y no vuelva a entrar a mi oficina sin golpear._

Aura María, asintió con la cabeza, y apenada, salió de allí, a prisa.

Betty que notó a Armando demasiado molesto, acarició su mejilla suavemente.
_ Tranquilicese doctor, estoy segura que no lo volverá a hacer._

Armando exhaló pesadamente, mientras negaba con la cabeza, y ella cogía el teléfono, para hablar con su mamá.

_ Aló, Mamá? ¿Pasó algo?_

_ ¡Ay Betica, tiene que venir urgente! ¡Su papá tiene un dolor duro en el pecho, y tengo miedo que sea grave!._
Respondió doña Julia, con angustia.

Una nueva oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora