Una nueva oportunidad

"Errar es humano, reconocer requiere valor"

Esta noche casi volví a ser suya...
Me rendí ante la dulzura de sus besos, de sus caricias, de sus palabras que parecen sinceras...
Sin siquiera notarlo, él va logrando restaurar la confianza que perdí, y el deseo de entregarme por completo a él.
Me dí cuenta que cuando expresa que me ama, o que no quiere alejarse de mí, cuando repite que me desea, o que me necesita, va alejando de mi mente todo ese ataque de pensamientos que me hacen dudar de él, que luchan por interferir en mis sentimientos.
Puedo sentir honestidad en lo que dice, y un amor verdadero que nace desde su corazón.

¡Estoy volando por él! Aún siento sus manos cálidas recorriendo mi cuerpo, acariciando suavemente mi piel, estremeciendo mis sentidos en cada recorrido, como si fuera la primera vez. Fue tan dulce, tan apasionado... Ya no quiero esperar.

Betty terminó de escribir en su diario, y luego se quedó dormida.

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En el domicilio de Marcela...

Santiago estacionó el carro frente al edificio, bajó dándose prisa en abrirle la puerta a Marcela, antes de que ella descendiera.

_ Gracias por esta noche Santiago, fue una velada muy especial, aunque no creí que lo fuera a ser..._
Dijo Marcela, luego de bajar del carro.

Se hizo un silencio incómodo después de su comentario, entonces ella tomando conciencia de lo que había dicho, se disculpó diciendo:
_ ¡Ay Santiago perdoneme! No quise sonar grosera, lo que quise decir en realidad, es que..._

_ Que no esperaba una noche especial conmigo, debido a su estado de ánimo._
Agregó Santiago sonriendo.

Marcela exhaló con alivio, contestando:
_ Si, eso es lo que intentaba decir, aunque sonó muy diferente... Ultimamente mis palabras parecen no compaginar con lo que en verdad quiero decir._

Santiago rió, negando con la cabeza, respondiendo:
_ No se preocupe, yo entendí, y me hace feliz saber que para usted fue especial, pues para mi también lo fue.
Después de todo lo que ha estado viviendo, que aceptara cenar conmigo es un regalo del cielo, y que piense que fue una velada especial, ni le digo._

_ Pues si, tenga por seguro que su compañía, cómo su historia, han hecho de esta, una noche muy especial para mí. Su historia ha impactado profundamente en mi, pues me han hecho reflexionar sobre cosas que me negaba a ver, y que necesitaba reconocer para seguir adelante._

Santiago la observó complacido, contestando:
_ Significa mucho lo que está diciendo Marcela. Saber que de alguna manera pude ayudarla, es más de lo que esperaba escucharla decir. Me quita un peso de encima, pues no comenzó muy bien la cita, verdad?_ (ríe)

Marcela asintió, riendo, para luego responder:
_ Es verdad Santiago, pero gracias a la paciencia que tuvo conmigo, la cena terminó siendo especial. (Sonríen) Pero bueno, ya es tarde y estoy agotada, así que sin ánimo de volver a ser grosera, debo despedirlo._

_ Usted no es grosera Marcela, ya se lo he dicho antes, usted es directa, transparente, no le gusta hablar con rodeos, y eso me gusta de usted, así que no se disculpe más por ello. Aparte es normal que esté agotada, debe haber sido un día largo, complicado para usted, sin embargo antes de despedirme, me gustaría decirle algo._

Marcela lo vió con nerviosismo, no deseaba que insistiera en algo que no iba a pasar. No estaba lista para esas cosas, así que cambiando la expresión de su rostro, por una más fría, le demostró que debía tener cuidado con lo que pensaba decir.