Otra vez ella, otra vez el dolor.

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Era la una y diez cuando el cuartel regresaba del almuerzo, le habían pedido a Betty un par de horas antes, un permiso para almorzar más temprano, el motivo que le presentaron, fue que Sandra debía estar pendiente de la llamada desde Caracas, así que Betty no se rehusó a dárselos.

El plan de espionaje (como le llamaba el cuartel) debía ser desarrollado con suprema discreción, y por supuesto quién debía encargarse de cumplirlo era la experta en la materia "Bertha de González". Inesita era la única que no estaba al tanto de lo que habían acordado, ya que temían que les impidiera de alguna forma, cumplir con la misión.

A la una treinta, aconteció lo que habían estado aguardando, llegó la llamada desde Caracas, y Bertha inmediatamente entró en acción. Casi unos diez minutos después, salía de sala de juntas con los ojos como platos y la boca abierta, mientras el cuartel aguardaba expectante.

_ ¡Ay Bertha! ¡Parece haber visto un fantasma!_
dijo Aura María preocupada.

El cuartel se había reunido en el escritorio de Sofía,ya que en su"sala de juntas" alguien podría husmear nuevamente su conversación.

Bertha se acercó con una expresión de preocupación y les dijo;
_ ¡Ay madre mía! ¡Cuando les cuente este chisme se van a caer de espaldas!_

Luego se quedó pasmada pensando en lo que podría suceder con Betty.

_ ¡Hable de una vez Bertha!¡Díganos que es lo que pasó!_
Presionó Sofía ante su silencio.

_ ¡Ay si mijita! ¡que estrés con usted, díganos qué es lo que escuchó!_
instó Mariana ya molesta.

_¿Que pasa niñas? ¿Cómo es eso de que Bertha ha escuchado algo importante? ¿Algo de quién, o que?_
Interrogó Inesita, sin tener la menor idea de lo que estaba pasando.

_ Vea Inesita, le vamos a contar, pero usted tranquilita, si? Lo que sucede es que nos enteramos que Alejandra Sing iba a llamar a don Armando, y como amigas de Betty decidimos enviar a Bertha a escuchar la conversación _
Dijo Sandra.

_ ¡Pero por dios niñas! ¿Otra vez involucrándose en asuntos que no les corresponde? ¡Muy mal hecho! ¡que es eso de andar espíando al doctor?! _

_ Pues que pena con usted Inesita, pero nosotras no íbamos a dejar pasar la oportunidad de saber que es lo que está pasando entre el doctor y la mujer esa.
¿Porque tanto interés de hablar con el doctor, ah? Ah-ah _
dijo Aura María.

_ ¡Pero por dios niñas! ¡¿No les parece suficiente ya?! ¡Ustedes se están metiendo en terrenos muy peligrosos, pues si el doctor llegara a darse cuenta de que lo están espiando, se meterían en graves problemas! _
Respondió Inesita tomándose la frente, completamente escandalizada.

_ Ay Inesita, usted se enoja con nosotras, pero lo que hacemos es por Betty, es que usted ya sabe lo lenteja que es, y cómo sus amigas no podemos permitir que el doctor ande por ahí de traición_
Respondió Sandra con el ceño fruncido.

_ Miren niñas, a mi me parece un horror lo que están haciendo. ¿Y es que Betty les pidió que vigilen a don Armando? ¿Verdad que no? ¡Entonces porque se buscan problemas!_

_ Me muero de la pena Inesita, pero estoy de acuerdo con las muchachas, como amigas de Betty, no podemos dejar que don Armando ande poniéndole los cachos, y lamentablemente parece que hacia allí va!_
Respondió Bertha ofendida.

_ Ay Bertha! ¿Cómo que para allí va? ¡No me diga que el doctor está engañando a Betty!_
Preguntó Sandra angustiada.

_ ¡Ay si mijita! ¡No nos diga eso, porque me muero del estrés!_
Dijo Mariana afligida.

Una nueva oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora