En la oficina de Marcela...Marcela quedó abstraída en lo que Patricia le había dicho, manteniendo una batalla interna entre lo que creía digno de una mujer de su clase, y aquello que sentía necesitar más que nunca. Toda su vida su madre y Margarita habían plasmado en ella el proceder que debía tener una dama de sociedad, y salirse de esos parámetros no era algo que le fuera fácil. Aún así, las palabras de Patricia resonaban una y otra vez en su cabeza, llevándola a cuestionar su decisión ante la invitación del señor Silva. ¿Acaso cometía algún daño o falta grave al aceptar cenar con un desconocido a tan poco tiempo de la separación con Armando? Claro que no, a excepción de la gravedad que suponía le daría a su imagen el hecho de que la vieran con él.
La imagen era una de las cosas que toda dama que se respetara debía de preservar, pues el entorno en el que había sido criada, se consideraba como una de las reglas más importantes a cumplir. Sin embargo su corazón pedía a gritos algo que alivianara su tormento, llevándola a pensar por momentos, en lo inservible que había sido obedecer a todas esas reglas que sólo habían cortado sus alas. Por ello aunque creía no haber actuado nunca de forma reprochable, ésta ocasión era distinta, era un día atípico, uno en el que sentía haberlo perdido todo, todo... Necesitaba algo que la ayudase a mermar el dolor que la estaba consumiendo, y la invitación de Santiago parecía ser una buena opción. Así que aunque aún confundida e insegura de la decisión que estaba por tomar, cogió finalmente la tarjeta de Santiago, y con nerviosismo se dispuso a llamarlo. Observó la tarjeta fijamente mientras cogía el tubo del teléfono, y volvía a colgar, hasta que luego de unos minutos de batallar en su mente, respirando profundo, tomó coraje para al fin marcar..._ ¿Alo? _
Respondieron inmediatamente del otro lado, dejándola sorprendida y dura._ ¿Aló? ¿Quién habla?_
Volvió a repetir Santiago._ ¿Sr Silva? _
Respondió ella, con un hilo de voz temblorosa._ ¡¿Marcela?! ...Perdón, ¿Señorita Valencia?._
Contestó Santiago sorprendido._ Si señor Silva, soy yo._
Respondió nerviosa._ ¡Que sorpresa! ¡Es un placer oírla! Cuénteme, ¿Se encuentran bien, o es que sucedió algo?_
Preguntó preocupado._ No, no ha pasado nada malo, no es por ello que lo llamo..._
_ Entonces dígame, ¿Puedo serle útil en algo?_
Marcela se quedó muda al no saber cómo decir que estaba dispuesta a cenar con él, entonces Santiago cayendo en cuenta de cuál podía ser el motivo de su llamado, preguntó:
_ ¿Será que Dios escuchó mis ruegos y me va a conceder ésta noche?_Marcela sonrió aliviada al oír su pregunta, entonces respirando profundo, contestó:
_ Si, si señor Silva, a, acepto su invitación... Es, estuve reflexionando acerca de ella, y caí en cuenta que sólo es eso, una cena. La verdad es que en estos días he atravesado por demasiados problemas, y pensé que algo de compañía no me vendría mal para despejar la mente..._Santiago exhaló con una sonrisa, mientras celebraba con un puño al aire su decisión.
_ Claro que sí Marcela, despejar la mente es una forma de alivianar las cargas, nada me encantaría más que hacerle olvidar sus problemas..._Marcela exhaló nerviosa, al oír su comentario, entonces Santiago con una sonrisa, preguntó:
_¿Cómo a qué hora la paso a buscar?__ A, a las 9 está bien, si, sino es muy tarde para usted..._
Respondió Marcela._ ¡A las 9 es perfecto!_
_ Ok, entonces hasta la noche sr Silva..._
Dijo queriendo cortar la llamada lo antes posible, pero Santiago se dio prisa en decir:
_ ¡Espere Marcela! ¡No me ha dado su dirección!_
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Una nueva oportunidad
FanfictionEsta es una historia ficticia que abarca el noviazgo de Armando y Betty protagonistas de la Novela "Yo soy Betty la fea" creación del maravilloso escritor Fernando Gaitán. Esta historia no es real y está basada en cosas que me hubiese gustado ver l...