Nuestro Destino - Camren

Parte 8

POV. Camila

Acaba de terminar la reunión. Jamás había visto así a mi padre, Lauren lo domino por completo. Esa mujer solo hace que quiera seguir conociéndola y estar con ella. Cuando estoy por salir del edificio noto como Barton el guarda espaldas de Lauren se acerca a mí.

—Señorita Cabello ¿Me permite un momento? —

Me detengo para asentir con la cabeza.

—Claro. ¿En que lo puedo ayudar? —

—La señora Jáuregui me pidió que la lleve a donde sea que necesite ir, si es que no tiene un transporte privado. —

Había contratado a Carl, un taxista al cual le llamaba para que pudiera llevarme a todos los lugares que yo necesitara.

—No se preocupe Barton, un taxi está esperando por mí. —

Veo como hace una mueca y mira hacia la calle.

—Permita que la llevemos a su destino, estoy seguro que la señora se sentiría mucho más tranquila si la llevamos nosotros. —

Sonrió un poco, no cabe duda que Lauren es una controladora y paranoica... y no sé porque, pero eso me encanta.

—Está bien, pero tengo una duda. ¿La dejaran sola? —

Barton comienza a caminar conmigo a su lado izquierdo.

—Larson se quedará con ella. —

—¿Te refieres a Liz? —

—Así es señorita. —

Llegamos a la suv de Lauren que esta estacionada justo fuera del edificio. Barton abre la puerta para mí. Cuando entro un chico que no había visto bien se encuentra al volante.

—Buenas tardes...—

Lo saludo rápidamente.

—Buenas tardes señorita ¿A dónde gusta que la llevemos? —

—A mi hotel, por favor—

Estoy a punto de decirle la dirección, pero esta aparece en la pantalla del tablero. El camino no es tan largo, me recuesto en el asiento cerrando los ojos en proceso. Siento el olor del perfume de Lauren en el ambiente.

Abro de nuevo los ojos para ver a Barton que tiene su vista fija en la calle, de un momento a otro nuestra mirada se conecta lo suficiente para que lea la duda en mis ojos.

—¿Tiene alguna pregunta señorita Cabello? —

—Quiero hacerle algún regalo a Lauren, pero no tengo idea de que podría hacer. Supongo que tú la conoces bien. —

Pone una pequeña sonrisa en sus labios que a penas y podría pasar por una.

—La señora Jáuregui es bastante difícil para los regalos, pero le aseguro que sea lo que sea que usted le regale a ella le gustara. —

—Lo pensare bien entonces. —

Le sonrió un poco, aunque la verdad es que no me ayudo en nada. Llegamos al hotel, Barton baja para abrirme la puerta, le agradezco por traerme para después despedirnos.

Voy entrando a mi habitación cuando una llamada de mi hermana entra.

—Hola chiqui—

Es lo primero que me dice en cuanto contesto.

—Hola Mar—

—¿Dónde estás? —

—Voy llegando al hotel ¿Por qué? —