El amor llega cuando menos te lo esperas, pero si cuando más lo necesitas.
Camila necesitaba una señal y el destino se la presento.
Lauren aprenderá que la vida tiene otros caminos para ella que no siempre son lo que imagino.
Un encuentro casual...
Llegó a la oficina después de dejar a mi hija en la escuela, afortunadamente no se percató de mi ausencia durante la noche. Esta mañana fue tan común para ella como cualquier otro día.
Durante todo el tiempo que estuve en presencia de Emma intenté estar lo más tranquila posible, no quise dar a notar todo lo que estaba sintiendo y más porque Jennifer estaba ahí.
—Buenos días señora.—
Me saluda Gina cuando entro en su campo de visión.
—Buenos días, ven conmigo por favor.—
Camino a mi oficina con Gina unos pasos detrás de mí.
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Me siento en mi silla para después dar un vistazo rápido a las pantallas y verificar que todo esté correcto. Gina se queda parada delante de mi escritorio.
—Toma asiento por favor.— ella lo hace de inmediato. Cómo siempre trae su tablet a la mano para tomar nota o brindarme cualquier información que le pida. —Gina necesito por favor que te des un tiempo para llamar a la oficina de Jennie Kim, le vas a dar algunas referencias que necesito para mí nueva casa, pero antes ponte en contacto con Barton para que el te de algunos detalles de seguridad que pueda requerir.—
Ella comenzó anotar todo desde el momento en que comencé hablar.
—¿Tiene algún detalle que quiera en especial?—
—Si, necesito una casa cerca de mi actual domicilio. No quiero estar muy lejos de Leni. También mínimo dos recámaras, gimnasio, piscina, oficina y una buena cocina.—
—¿Algo más?—
—Sobre la casa no, solo lo que te vaya a indicar Barton.—
—Me comunico en cuanto tenga la información completa. ¿Algún rango de precio?—
—Ninguno...—
—Excelente. ¿Algo más en lo que la pueda ayudar?—
—Un par de cosas, la primera es que por favor te comuniques con nuestro personal en la editorial Cabello, quiero que investiguen a un hombre calvo del departamento de contabilidad...—
—Muy bien.—
—La otra cosa es que por favor pidas el desayuno para mí y para Jack. Si tú no haz desayunado aprovecha y pide algo para ti.—
—Se lo agradezco, lo voy hacer. ¿Desea algo en especial?—
—Para mi algo ligero, cene mucho anoche.—
Ella asiente con la cabeza en lo que termina de escribir.
