Parte 45

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POV. Camila

Los mensajes de Lauren fueron extraños, nunca hemos hablado de moda. Solo espero que no quiera comprarme algo muy costoso.

Mi día está siendo muy tranquilo, me dedique a escribir estando totalmente inspirada en el jardín de la casa. 

Por mi vista periférica veo a Carlota acercarse.

—Niña te traje un poco de café con algunas galletas.—

Al escucharla mi estómago comienza a gruñir.

—Eres mi héroe, no me había dado cuenta que tengo hambre.—

Pone la bandeja sobre la mesa mientras sonríe.

—Si gustas te puedo preparar un emparedado.—

Lo pienso por un momento y asiento con la cabeza.

—Acepto la oferta, pero solo si te reúnes conmigo a comer.—

—Claro mi niña, me encantaría. En un momento regreso.—

Carlota da medio giro para volver a la casa y preparar algo para las dos.

Una sonrisa se pone en mi cara al pensar en que está mujer ayudará mucho a mi luna una vez que regresemos a Estados Unidos.

Mis pensamientos son interrumpidos por el sonido de mi teléfono anunciando un mensaje de Lauren.

*Hola hermosa dama, me preguntaba si me haría el honor de tener una cita conmigo...*

*Me encantaría aceptar su invitación, solo ponga el día y la hora.*

Le sigo el juego al tratar de hablar de forma formal.

*Hoy a las 8:30, su carruaje la estará esperando en la puerta de entrada a las 7:30. Además le tengo una sorpresa... Pd. No acepto un no por respuesta.*

Se que tengo una sonrisa tonta en la cara, pero no me importa.

*Usted siempre tan controladora, adoro eso en usted. Estaré espera con ansias el momento de verla.*

Suspiro al pensar en ella.

*Yo también mi hermoso Sol. Hasta al rato.*

Muerdo mi labio inferior para después llevar mi teléfono hasta mi pecho.

—Bueno, lo que sea que estés haciendo parece que te hace muy feliz.—

La voz de Carlota llama mi atención.

Volteo a verla y está parada justo a mi lado, no me di cuenta en qué momento llegó.

—Estaba hablando por mensajes con Lauren. Me acaba de invitar a una cita.—

Muevo los pies emocionada mientras mi voz sale con un pequeño tono agudo.

Me siento como una completa adolescente movida por sus hormonas.

Carlota se comienza a reír para después darme una sonrisa maternal.

Nuestro Destino - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora