El amor llega cuando menos te lo esperas, pero si cuando más lo necesitas.
Camila necesitaba una señal y el destino se la presento.
Lauren aprenderá que la vida tiene otros caminos para ella que no siempre son lo que imagino.
Un encuentro casual...
Estoy terminando de arreglarme para ir por Lisa. El partido es a las siete de la noche.
Tomo mi bolso para pedir un servicio de transporte.
El tiempo marca quince minutos, el tiempo suficiente para asegurarme de tener todo listo y bajar.
Espero dos minutos en la acera cuando un auto se detiene, verificó las placas y el nombre del conductor.
*Voy para allá*
Le mando un mensaje a Lisa junto con la ubicación en tiempo real de mi viaje. Llevar mi coche o el suyo a un evento así es absolutamente una pesadilla por el tráfico.
Veinte minutos después Lisa ya está abajo esperándonos.
Trae puesta la playera del equipo, cosa que obviamente no me sorprende.
—Hola Rosie—
—Hola—
Nos saludamos con una sonrisa y un beso en la mejilla.
Durante el camino conversamos algunas cosas del trabajo y asuntos que van a requerir que trabajemos juntas.
Llegamos al estadio donde se llevará acabo el juego, cientos de personas caminan de un lado al otro, las multitudes parecen una marea de colores de los equipos a los que vinieron apoyar.
Lisa y yo entramos por una zona VIP, no le he dicho que conseguí los boletos con el publicista de uno de los jugadores. Al hombre lo ayude con los arreglos de la pensión alimenticia de sus hijos y me prometió darme boletos las veces que se los pidiera.
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Un acomodador nos lleva hasta nuestros lugares, estamos pisando la cancha.
Lisa tiene una gran sonrisa y mira a todos lados como una niña en una dulcería.
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