El amor llega cuando menos te lo esperas, pero si cuando más lo necesitas.
Camila necesitaba una señal y el destino se la presento.
Lauren aprenderá que la vida tiene otros caminos para ella que no siempre son lo que imagino.
Un encuentro casual...
Me estoy comiendo las uñas por los nervios que tengo encima. Hoy es mi cita con Lauren. La estuve planeando por toda una semana, sabía que le darían el divorcio así que me prepare para ese momento.
Mi hermana me estuvo ayudando a planear todo, al principio pensé en llevar a Lauren a un restaurante elegante, pero después recordé que ella puede hacer eso cualquier día de la semana. Planear una cita con una mujer que tiene millones de dólares en el banco es más difícil de lo que se podría imaginar.
El clima en la ciudad es fresco pero no demasiado como para llevar ropa muy abrigadora.
Me miró al espejo por última vez satisfecha por mi aspecto.
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Veo la hora en teléfono y es momento se salir, conozco lo puntual que es Lauren y no me gustaría hacerla esperar.
Conduzco tranquilamente por las calles, afortunadamente el tráfico no se vuelve ningún impedimento para llegar ahí.
Hace algunas horas Lauren me mandó el código de acceso al subterráneo de su edificio, me dijo que estaría esperándome abajo junto a Clint y los demás.
Son las 6:57 cuando por fin entro al lugar. Justo como lo dijo está parada en la entrada acompañada de Liz y Clint.
Antes de estacionarme la veo y sonrió por lo mucho que estamos conectadas.
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Su atuendo es muy parecido al mío. Excepto porque ella prefiere los colores oscuros.
Una vez que detengo el auto, me bajo de el para poder saludarla.
Tiene una hermosa sonrisa en sus labios.
—Hola Lau... Chicos.—
Les asiento con la cabeza a Clint y a Liz en forma de saludo.
—Hola guapa.— Lauren me da un abrazo para después pesar mi mejilla. —Te ves hermosa Camz.—
