manadas

12.5K 1.1K 1.9K
                                    

Niall y Harry estaban caminando muy tranquilamente por el sendero que llegaba hasta la escuela.

Era otoño, por lo que se deshicieron de sus abrigos que apenas les permitían caminar por unos más livianos.

–Ya tienes 10, yo creo que ya tienes edad como para huir de tu casa y vivir conmigo.

Harry se río ante sus ocurrencias.

Observo a Niall de perfil y le sonrio cálido. Ambos estaban con sus gorros de lana naranja a juego y bufanda del mismo color.

–Gracias por la oferta, pero no lo creo.– rodo los ojos

–podría decirle a mi madre que golpee a Chris, te lo propongo con todo el respeto que le tengo a tu querido padre.

Harry se limitó a rodar los ojos y pisar unas cuantas hojas de tonalidades marrones que había a su paso.

Chris estaba cada vez más obstinado en alejar a Harry de los alfas de la manada, como si el chico estuviera hecho de porcelana. Empezó a presentar cierto fastidio hacia sus amigos y se encargaba de hacerlo saber cada vez que estaba en la casa, cosa que sucedía muy poco porque hace un año que se la pasaba dentro de la casa de costureros.

Harry no había tenido el valor de acercarse a hablar con Peter para que interfiriera y lo hiciera entrar en razón. Chris ya no quería escuchar ni a Gemma ni a él.

–agradezco tu oferta, pero paso.

–deberías reconside...

Ambos se detuvieron en cuanto vieron a Tristan correr hacia ellos. El rubio de ojos miel iba con la camisa de lino abierta hasta la mitad y la bufanda sin acomodar. Su pelo parecía ir en todas las direcciones

–¿estas bien?– pregunto Niall intentando llevar su mano al hombro del mayor.

Tristan estaba jadeando con las manos apoyadas en sus rodillas, no podía hablar .

–ey, respira...– Harry coloco su mano en el hombro de Tristan– Tranquilo

La respiración de Tristán se volvió más calmada luego de dos minutos, en los que Niall y Harry no se movieron de su lado, insitandolo a respirar con ellos.

– ¿Ca-Cara la h-han visto?– ambos niños se miraron entre ellos para luego negar. El mayor se llevó  una mano a la frente y volvió a respirar mal.

Sentia sus palpitaciones sin la necesidad de tocarse la muñeca, se sentía sudar frío.

–¿que es lo que sucede Tris?– Niall lo ayudo a sentarse ya que este no parecía mejorar.

–están por llegar... la ma-manada de...de– Tristan ahogo un sollozo– no saben que ella existe. Po-podrian llevar...

Rompió en llanto, con la respiración acelerada y todo su cuerpo empezó a temblar. Tenia la mente nublada y lo único en lo que se podía concentrar era en su hermana, a la cual no encontraba.

Niall y Harry se pusieron en alerta, sosteniendole los hombros. No tenían ni la menor idea de lo que hablaba, pero para que se pusiera así debía ser algo serio.

Niall le suplicaba impacientemente que respirar con el mientras Harry le sostenía la cabeza cada vez que se iba para atrás. Ambos niños estaban al borde de las lágrimas.

No tuvieron que preocuparse mucho tiempo por ojimiel ya que el alfa de la manada apareció en su campo visual, con sus dos hijos, uno a cada lado. Pudieron respirar profundo cuando los alejo de Tristan amablemente.

–Tristan, estas bien. Cara esta bien.– se arodillo detrás de el y lo levantó por debajo de los hombros como si fuera una pluma– te llevare a tu casa y te daré uno de tus te.

Soulmates in the Herd / Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora