adolescencia

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El hombre le abrió la puerta y no le dijo nada al dejarlo entrar, solo le dio una pequeña palmada en el hombro.

Ese hombre que lo vio crecer ya debería estar cansado de verlo tan seguido por su casa. El mismo ya se consideraba demasiado grande para tener esos problemas.

–Esta arriba. Ariel y Clifford duermen, ni se les ocurra hacer ruido.

Vio al alfa salir de su casa. Seguramente iría a hacer una caza nocturna.

Paso las manos por su pelo antes de suspirar y subir las escaleras.  Ni se molestó en golpear la puerta para entrar.

Calum ni levanto la vista del polvoriento libro que estaba leyendo, solo se hizo a un lado en la cama, dejando el espacio suficiente para que el rubio se tirara boca abajo.

–¿que te dijo esta vez?

–nada.– Luke giró sobre si mismo para quedar boca arriba. Calum llevo una de sus manos a su cabello para acariciarlo.

–y ese es el problema...

Bufo.

–si.

Calum suspiro antes de cerrar el libro y dejarlo sobre la mesita que tenía al lado de la cama.

Desde los 12 que escuchaba a Luke con sus mil y un problemas con Gemma. Y esa noche no sería una excepción.

–¿quieres contarme?

Luke cerró los ojos antes de respirar profundo.

–creo que no es mi omega y por eso peleamos tanto.

Calum se movió cautelosamente para terminar completamente recostado a su lado.

–yo creo que eso no tiene nada que ver... puedes enamorarte de alguien que no sea tu destinado y las cosas funcionar igual.

–ella no está enamorada.

–Es valido...

–no quiere un Alfa

–esta bien.

–pero a mi me encanta.

–Lo se, hace mucho que es así.

–ella solo me ve como amigo y como alguien para pasar los celos.

–y eso esta bien también, siempre fue bastante directa con...

–eres una mierda de amigo, ni siquiera se para que te cuento– Luke se froto la cara frustrado.

Calum se río antes de volver a tomar su libro.

–tu eres el que viene por mi, yo no te busco. Disculpame si no puedo evitar darte mi opinión.– dijo divertido.

–me encantaria que tu opinión algún día no fuera una mierda y me dijeras algo que me hiciera sentir mejor.

–soy tu amigo, no voy a decirte lo que quieras oír.

–te odio.– Luke se levantó solo para abrir las sábanas debajo de el y arroparse

–ya lo creo.– alzo una caje antes de imitar la acción de su amigo, dejando nuevamente su libro a aún lado.

Quedaron cara a cara. El rubio tenía las mejillas y ojos hinchados de llorar, y su olor delataba la melancolía que estaba pasando. Desvío su mirada a su cuello donde yacía una marca violeta que se estaba desvaneciendo.

Paso las manos por su cara y suspiro. Probablemente antes de llegar a su casa, el rubio habia pasado por lo de Gemma, provocando que terminara de este ánimo.

Soulmates in the Herd / Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora