Cap 15

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Por fin tenía a aquel ángel prisionero, un ángel que no podría llevar otro nombre que no fuese Jimin

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Por fin tenía a aquel ángel prisionero, un ángel que no podría llevar otro nombre que no fuese Jimin.

Me sentía eufórica; emocionada, pero temerosa a que tal dulzura fuera descubierta en mi apartamento por Hobi, y que de un vivieron felices para siempre se convirtiera en un descanse en paz, metafóricamente. Aunque mi chico tutifruti era todo lo contrario a la  violencia cuando se encontraba mi nombre y un chico de por medio nunca se sabía exactamente qué podía pasar o qué era capaz de hacer.

- Tienes un lindo apartamento - sonrió el chico de cabellos dorados y de sonrisa tiernamente angelical - ¡Waaa! Tienes un gatico ¿Cómo se llama? - se agachó hasta el suelo para acariciar a mi mascota mientras me miraba como esperando mi respuesta.

- Pues...- A estas alturas ya ni siquiera sabía el nombre de mi gato, y obviamente no podía revelar mi mayor secreto que no era más que su primer nombre, ese nombre que me recordaba a cierto chico que se encontraba justamente frente a mí - todavía no tiene uno - esa respuesta fue mi salida inmediata.

- Entiendo - se colocó nuevamente frente a mí, robándome toda la atención que anteriormente tenía mi mascota - ¿Vamos a tu cuarto? - preguntó el rubio con una inocencia que me pareció falsa, pues a pesar de su aspecto angelical cada célula de su cuerpo incitaba al pecado, como si ser un ángel fuera un disfraz que ocultaba al mismísimo diablo, como si ese sabor vainilla fuera una blasfemia.

- ¿A..aa  qué? - pregunté tartamudeante ante la posibilidad de que aquella frase no fuera más que una propuesta indecente a hacer cosas de adultos, cosas de las que no puedo negar curiosidad pero a la vez no quería saber, al menos no por el momento.

- Pues a hacer la tarea obviamente - una sonrisa divertida y burlona de su parte me indicaron que fui descubierta, como si mis pensamientos los llevara en mi frente con lucecitas de navidad.

- Sí claro - sonreí nerviosa y apenada rascando mi nuca.

- Llegué - una voz ronca y un saludo familiar, típico únicamente de Tae me pusieron la piel de gallina, como si me hubieran atrapado infraganti y haciendo algo más que no fuera hablar inocentemente con un chico - ¿Qué hace él aquí? - su mirada de desagrado era más que obvia y podría adivinar que no era exactamente por encontrarlo en mi apartamento.

- Jimin ve a mi habitación es la de la derecha - dije un poco molesta sin separar mis ojos de los de Tae, como si fuera una guerra de miradas. Pude sentir los pasos de Jimin alejándose obedientemente.

- ¿Y Hobi? - fue lo primero y más urgente que tenía que preguntar.

- Se quedó en la biblioteca, haciendo un trabajo - sus ojos aún fijos en los míos no se atrevían ni a pestañar. Nunca pensé ver al chico menta, refrescante y un tanto despreocupado con esa mirada de insulto, como si quisiese gritar pero no se atreviera, como si quisiese decirme algo pero no pudiera revelar el secreto. Eso era lo que había en la mirada de Tae... misterio.

Efecto Seok Jin 💖 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora