Efecto Seok Jin 💖 [COMPLETA]

Cap 18

- Hola Jin - saludé al pelinegro que estaba al lado del mostrador.

- ¡Pequeña! - siempre saluda con desbordante emoción, y no puedo negar que ese aspecto de su personalidad me gusta - Ven, tu chico favorito te va a llevar a tu mesa favorita.

- ¿Cuál chico? - miré buscando hacia todos los lados, sabiendo que aquello lo molestaría.

¿Qué más puedo hacer? Amo lastimar su orgullo.

- Deja de bromear, ven - puso su mano sobre mi hombro con una confianza que estaba segura que yo no le había dado y me llevó hacia aquella mesa apartada pero en posición estratégica que siempre elegía. Como todo un caballero sacó la silla para que me sentara y se me quedó mirando sonriente.

- Estamos probando agregar algunas cosas nuevas al menú y por parte de la casa quiero invitarte a que pruebes una de ellas.

- Tengo suerte, me encanta - sonreí complacida.

Seguidamente Jin se retiró y como siempre comencé a observarlo todo. Me percaté que Suga no se encontraba, talvés no trabajaba hoy. Ese chico tiene una personalidad confusa, me agrada. La conversación del otro día fue amena, me gustaría que pudiéramos ser amigos en un futuro.

De repente el vibrar de mi teléfono me distrajo.

Kookie 🍓

Buenos días princesa. Hoy es nuestra primera cita. Que no se
te olvide, a las 9 en el cine. No me dejes plantado que me suicido. Besitosss ❤

Por Dios ¿Cómo puede decir eso? Es todo un dramático.

¿Cómo crees que lo voy a
olvidar? Estoy contando
los segundos. Besos  ❤

¡Qué romántica soy! Ni siquiera yo pensé que esas palabras empalagosas podrían salir de mí.

- Qué poco original...un cine - levantó sus cejas e hizo con su boca una mueca de desdén.

- ¡Chismoso! No se leen los mensajes de otra persona ¡Son privados!

- No quería mirarlos pero qué puedo hacer si tu teléfono estaba en mi rango de visión - continuó su alegato- Yo solo vine a traerte esto - colocó ofendido la bandeja sobre la mesa - y tú estabas tan concentrada mirando la pantalla del celular que instintivamente mis ojos se desviaron hacia ahí - tiene vista de águila.

Lo miré con desconfianza y probé aquello que me había traído el pelinegro. Realmente se veía apetecible aquella tarta.

- ¡Está delicioso! - dije enternecida llevando otro bocado a mi boca - Realmente exquisito ¿Tiene limón verdad?