Efecto Seok Jin 💖 [COMPLETA]

Cap 3

Y aquí llegaba otro de los que pasaba más tiempo en mi casa que en la suya.

Pies descalzos pues siempre dejaba los zapatos en la entrada, una amplia sonrisa cuadrada, voz escandalosa y ronca y el cabello casi siempre alborotado como nido de pájaros.

Así es Tae, un ser sociable por naturaleza, raro y extravagante, imposible de no notar. Y si a eso le sumabas un cabello verde y una belleza inigualable ... Bummm... tu cabeza explotaba como dinamita.

Yo en mi defensa ya estoy acostumbrada a estar rodeada de chicos guapos. La vida no me dió una amiga mujer pero en cambio me regaló muchos amigos extremadamente hermosos.

A veces me pregunto si el universo me quiere mucho o me odia y usa este método de tortura.

-¿Se habían peleado? - dijo el peliverde mientras entraba con total confianza y se acomodada en el sofá devorando una manzana.

-¿Cómo lo sabes? - pregunté asombrada aún en los brazos de mi chico tutifruti.

-Cada vez que se pelean terminan pegaditos como chicle, no es difícil adivinarlo.

Reímos ante esa confesión tan cierta y nos despegamos lentamente, un poco avergonzados y sonrojados.

El hecho de que Tae fuera el mejor amigo de mi mejor amigo, además de su compañero de apartamiento y por tanto mi vecino, lo hacía mi amigo también, y aunque lo conocía hace apenas un año, se podría decir que nos entendíamos perfectamente.

- Yo y Tae mañana te vamos a llevar a la escuela, pero antes vamos a pasar por un sitio que estoy seguro que te va a encantar - se sentó de golpe en el sofá junto a su amigo el cual estaba tan concentrado en su manzana que prácticamente lo ignoró - y así de paso celebramos.

¿Celebramos? Un momento ¿de qué me perdí? Yo y mi mala memoria para las fechas.

- ¿Celebrar? - pregunté con la mayor inocencia que podía haber en mi rostro y Hobi por supuesto volteó los ojos.

- Lo olvidaste ¿cierto? - Mi chico tutifruti perdió un poco el dulzor, se veía un tanto molesto y decepcionado, con esa mirada penetrante que me atravesaba como bala y me daba a veces pesadillas. Así de atemorizante era, talvés porque siempre sonreía y cuando no lo hacía se notaba demasiado - Mañana se van a cumplir 12 años de conocernos - relajó un poco su rostro y suspiró pesadamente, regalándome una pequeña sonrisa.

Después de todo Hobi me conocía, y sabía que además de días de cumpleaños casi nunca recordaba alguna otra fecha. No era mi culpa, estaba en mi ADN.

- A veces Hobi me asusta - dijo Tae con una muca extraña en su rostro.

- Sí, su mirada da escalofríos - me removí dramatizando la escena, pudiéndole sacar una amplia sonrisa a mi tutifruti enojón.

- Sí, también - se reacomodó en el sofá, como si el rumbo de la conversación estuviera poniéndose interesante, mientras Hobi lo miraba fijamente, atento a la estupidez que seguramente iba a decir - Pero yo me refería a esas cosas que hacen, son como... iuuuuu....de pareja - hizo una mueca de asco - Debo admitir que yo y mi amigo somos polos opuestos, él es tan....cursi.