Cap 24

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- Hobi, Anacleta se siente muy mal, voy a llevarla al veterinario - puse como excusa

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- Hobi, Anacleta se siente muy mal, voy a llevarla al veterinario - puse como excusa.

Mi gatita estaba en mis brazos pero no parecía nada enferma. No colaboraba con la situación.

- Yo la veo bien - dijo el mayor extrañado mientras fruncía el entrecejo.

- Pero no lo está - contraataqué

- Está bien. Vamos, te acompaño - propuso.

- Hobi la clínica veterinaria queda prácticamente al doblar y no dejes a Tae solo durmiendo. Nunca se sabe lo que pasa por su cabeza, talvés cuando se despierte le de por cocinar y me queme el apartamento - poner la rareza de mi amigo menta como excusa fue mi mayor estrategia.

- Está bien. Si pasa algo me llamas - suspiró desconforme.

Llegué a Coffee&Candy agitada, literalmente con el corazón en la boca y con mi mascota asustada ya que corrí como nunca. Pobre Anacleta estuvo rebotando en mis brazos todo el camino.

Me tomó por sorpresa que las luces del lugar estabieran apagadas, con solo la luna alumbrando ligeramente el interior. Tampoco había nadie adentro, como si hace horas todos se hubieran marchado. Probé a empujar la puerta y por suerte (o desgracia, nunca se sabe) esta estaba abierta.

Todo parecía el escenario perfecto de una película de terror y yo, una miedosa en potencia, entrando a la boca del lobo.

Caminé por el lugar con aparente valentía cuando en realidad por dentro estaba muriendo.

- Jin - pronuncié con mi voz temblorosa que hizo un eco espeluznante y tenebroso - Jin - volví a llamar pero no obtuve respuesta.

Talvés un zombi se lo comió. Esa fue mi primera idea, aunque tengo que admitir que no fue muy inteligente o razonable de mi parte.

Y haciendo honor a la película de terror que estaba armando en mi cabeza sentí unas manos cubrir mi rostro. No podría explicar con palabras cuanto grité o cuántos fueron los golpes que lancé a ciegas con mis manos y mis piernas a quien fuera que estuviera frente a mí, sea zombi, extraterrestre o caníbal. La pobre Anacleta se asustó más que yo, me arañó y escapó de mis manos.

- ¡Calma, calma! - gritó desesperado y en agonía ¿Jin?

Abrí mis ojos que antes estaban cerrados por el miedo y efectivamente era él. Pude descifrar a pesar de la oscuridad sus inconfundibles rasgos faciales y hombros anchos debido a la  luz lunar.

¿Qué había hecho? Casi mato a una persona.

Asombrada lo miré retorciéndose en el suelo, con evidente expresión adolorida y ambas manos sosteniendo su entrepierna como si algo se le estuviera desprendiendo.

- ¿Estás bien? - quería tocarlo, ayudarlo a levantarse, pero en cuanto me acercaba su mirada parecía la de un asesino calculando los movimientos de su futura víctima - Lo siento - dije apenada.

Efecto Seok Jin 💖 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora